Desde hace 50 años, Cáritas continúa afianzando su vínculo con la comunidad
Cáritas Balcarce cumplió 50 años y lo festejó con una gran peña en las instalaciones del Colegio Parroquial “Emilio Lamarca”. Afortunadamente, un gran número de personas participó de la jornada para disfrutar de un servicio de cantina atendido por los mismos miembros de Cáritas y presentaciones en vivo de artistas locales.
El Diario se acercó hasta el Colegio Parroquial para dialogar con el párroco Pablo Etchepareborda y la exdirectora de Cáritas Balcarce, Elsa Forte, acerca de la historia de la organización y su trabajo diario. En nuestra ciudad, Cáritas continúa trabajando para dar respuesta a todas las problemáticas de la comunidad.
50 AÑOS
Cáritas nació en Mar del Plata en el año 1973, a través de un decreto del por entonces obispo Eduardo Pironio, unos meses más tarde se conformaría en la ciudad de Balcarce por iniciativa del Padre Peñalba. “Cáritas empezó en distintos lugares de la diócesis como servicios de caridad organizada”, explicó el párroco de la iglesia “San José".
Su padre, Jorge Etchepareborda, fue el primer director de Cáritas, quien conjuntamente con un grupo de matrimonios amigos abrieron las primeras puertas, armando el servicio a toda la comunidad. “La iglesia siempre tuvo el deseo de hacer caridad atendiendo a los más necesitados, esto se organizó y se fueron haciendo distintas actividades. Después del padre Peñalba un montón de gente estuvo acompañando, la perseverancia y el recambio de gente hizo que la institución en lugar de disminuir siga creciendo”, señalo el párroco. “Y lo hizo con muchos servicios, no solo brindando bolsas de alimentos o ropa, sino otro tipo de servicios que cumplen un rol social”, agregó.
LA RENOVACIÓN DE CÁRITAS
En el año 2009 el Padre José Luis Puñal convocó a un grupo de miembros para visitar familias que estaban relacionados con Cáritas y hacer un seguimiento sobre sus necesidades. “En el 2010, se renovó la comisión y entré a trabajar como directora junto a otro grupo de personas, el hecho de estar acompañados de integrantes de la comisión anterior nos ayudó para crecer. Estar al servicio de lo cotidiano y el intercambio con el contexto y las familias te hacen comprender”, indicó Elsa Forte, ex directora de Cáritas.
“También te hace diferenciar, porque quizás mucha gente llega a Cáritas y lo ve como una ONG. Nosotros somos otro pilar de la iglesia, ponemos en práctica lo que Cristo nos enseñó, acompañando, recibiendo, visitando; le vamos dando una mano en lo que se puede a la gente”, afirmó Forte.
En el año 2011 se sumó el padre Pablo Bosisio, en ese momento se produjo en Cáritas una renovación, había necesidades de hacer cambios. En aquella época Cáritas contaba con una guardería y una casa para albergar a estudiantes universitarios en Balcarce. “Brindamos talleres de reflexión y formación para el equipo de Cáritas y apoyo pedagógico para los alumnos. Se convocó a jóvenes para impulsar un proyecto de viviendas, consistía en ofrecerles micro créditos a familias para mejorar su hogar. “Al día de hoy se continúa con esa iniciativa, ha sido una promoción de Cáritas muy innovadora en aquel momento”, sostuvo la ex directora.
Cáritas comenzó a trabajar a través del intercambio entre los jóvenes y las familias, algo que no se había dado antes. “En esa época Cáritas solo tenía una sede, entonces se decidió atender en todas las comunidades. Al principio en la parroquia Santa María con su Cáritas y nosotros de a poco, le fuimos dando a cada comunidad la atención y compañía que necesitaban, lo mismo en las distintas capillas de la ciudad”.
EL DESAFÍO DE LA PANDEMIA
“Fueron muchos años de aprendizaje que te dan muy buenas experiencias. Creo que lo que más debemos valorizar es que Cáritas comenzó a formar parte de la comunidad con un espacio propio. Las personas se acercaban con mucho amor, y aunque pasamos dificultades, como inundaciones o pandemias, siempre se trabajó codo a codo”, manifestó Forte.
El párroco Etchepareborda explicó que Cáritas tuvo que rearmarse en pequeños grupos de personas durante la pandemia. “Llovían donaciones de comidas y artículos para el hogar, se hizo un trabajo muy lindo, con muchísimos voluntarios que siguieron trabajando en pandemia. Mucha gente mayor que no podía salir, trabajó y ayudó desde su casa, Cáritas nunca paró, al contrario, activó mucho más otro tipo de servicios. Había muchos voluntarios que querían dar una mano, en ese momento teníamos más de 100 personas que no estaban vinculadas a la Parroquia y que ayudaron por voluntad propia”, comentó el párroco.
CONSTRUYENDO VÍNCULOS
Cabe destacar que a nivel diocesano y parroquial, Cáritas cuenta con programas para acompañar a familias con la vivienda y en emprendimientos productivos, como también talleres de capacitación para que eventualmente puedan tener una salida laboral.
También hay un grupo que se llama “Dulce Espera” que acompaña a las mamás con sus embarazos. Ahí se asisten a las mamás jóvenes y se le da apoyo con profesionales, ya sean psicólogos, pediatras o nutricionistas.
Cáritas Balcarce continúa trabajando en cada uno de sus proyectos y desafíos como el primer día, manteniendo su vínculo inquebrantable con la comunidad. Uno de los principales objetivos de la organización es que más voluntarios se acerquen a la organización. Las puertas están abiertas para que cualquiera pueda ser voluntario en el campo que prefiera.