Cuando transitar por la vía pública se convierte en una carrera de obstáculos
Son múltiples los escollos, muchos de ellos mal colocados, que deben sortear al caminar los disminuidos visuales, es un desafío diario el que afrontan.
Andar a tientas por la vida, con un bastón en la mano y prever obstáculos con la ayuda de los demás sentidos es una experiencia conocida por Marcelo Iroz, ciego de nacimiento.
Pero curiosamente los mayores escollos los encuentra al trasladarse por la calle. En las últimas horas, Marcelo se desplazaba ayudado por su bastón blanco, que constituye sus ojos, por la acera de calle 26 entre 25 y 27.
Frente a un local comercial, intentó esquivar escobas y escobillones que allí se exhibían para su venta en la vereda. Pero en ese movimiento tropezó con un bicicletero de hierro allí colocado.
La violenta caída le provocó a Iroz la fractura de la muñeca izquierda y un corte en la frente.
«Esta situación -contó su hermana en Facebook-, mi hermano la vive a diario: cajones de frutas, bicicletas, autos y motos mal estacionados y otros obstáculos más…Ahora, ¿ésta es la ciudad que queremos? ¿Esto es Balcarce para todos? ¿Esto es inclusión? Para que llegue a quien tenga que llegar y haga cumplir las ordenanzas correspondientes».
Asimismo, expresó su agradecimiento a quienes lo auxiliaron tras la caída en la vía pública.
 
                     
                    
 
                     
                         
                                     
                                                                 
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