Costó pero nos dieron la razón
Allá por el mes de marzo del año pasado, desde estas páginas se hacía referencia a la realización en un sector de la plaza Libertad de la «Fiesta Fest de San Patricio», donde a lo largo de tres jornadas la cerveza fue gran protagonista. El evento congregó a numerosos food truck, donde los asistentes pudieron consumir cerveza y comidas rápidas, al tiempo que disfrutaron de espectáculos artísticos con presencia de bandas locales. Una «movida» que benefició a quienes tuvieron un vínculo directo con la realización, probablemente con gente que llegó desde otras ciudades. Una organización a cargo de un privado, al que no se cuestiona porque en definitiva invierte, arriesga y seguramente cumple con lo que se le exige desde el Municipio para llevar adelante este tipo de espectáculos.
En aquel momento desde este medio se señalaba lo siguiente: «Aquí cabe preguntarle a quienes rigen los destinos de la ciudad, qué análisis hicieron al momento de darle a un privado el manejo de parte del paseo más importante de la ciudad, otorgándole el desarrollo de una actividad comercial que iba en detrimento de negocios locales vinculados al ramo del esparcimiento gastronómico que «bancan» la parada todo el año pagando sus impuestos y que vieron mermada su actividad durante esos días. Seguramente debe haber quedado un canon que se pagó para poder habilitar esa actividad, que no se podrá justipreciar si alcanzó para cubrir, por caso, los gastos de energía que demandó toda la estructura de locales, escenarios, etc. y de lo que quedó en cuanto a la infraestructura del paseo, pasto, plantaciones, estructuras, que más allá de que no se hayan producido desbordes, el tránsito del público y la instalación de las casillas de por sí causan daños».
También se hacía referencia a las pérdidas que al comercio en general le causaba el cierre de calles desde hora temprana en torno a esa zona, interrumpiendo el tránsito de vehículos y sumando así otro elemento perjudicial para los comerciantes. Además de las molestias causadas a los vecinos con el alto volumen de la música hasta altas horas de la noche, inclusive en la madrugada. Ni hablar en las condiciones en que quedaban espacios públicos y comercios y viviendas aledaños, utilizados en muchos casos como «baños públicos».
Otro tema que se abordaba en ese comentario era: ¿Por qué se no se utiliza el anfiteatro «Saverio Bonazza» del Cerro «El Triunfo», lugar ideal para este tipo de realizaciones, con la comodidad necesaria, evitando alteraciones en pleno centro de la ciudad.
En el remate la nota expresaba: «…a partir de ahora cualquier particular que lo desee y reúna los requerimientos que es posible se le exijan desde el Municipio podrá llevar adelante la fiesta que le parezca. Y si ello perjudica a terceros, no es problema. Parece que sólo es cuestión de números, esos números que hoy están en rojo y hay que buscar ingresos para equilibrarlos, sin medir las consecuencias».
Por supuesto que la reacción de los involucrados a los que tocó ese artículo fue negativa, por un lado seguramente atendiendo a «intencionalidad política» y el particular enojado porque entendía que se lo atacaba sin razón, porque él había cumplido con lo establecido para avanzar con el programa. Ni una cosa, ni la otra. Se trataba de un simple aporte al sentido común, buscando la mejor alternativa para que todos disfruten y todos puedan tener frutos al esfuerzo para poner en marcha diferentes emprendimientos, sea gastronómicos, de artesanos o bandas musicales.
RECLAMO DE LA CAMARA DE COMERCIO
A lo largo del año se siguieron repitiendo ese tipo de espectáculos en la plaza Libertad, entendiendo desde el Gobierno municipal que todo estaba dentro de las normas de convivencia y que lo que aquí se escribió era pirotecnia política.
Pero de pronto, la decisión oficial cambió de rumbo. El intendente Esteban Reino y el secretario de Gobierno, Ricardo Stoppani, recibieron en la semana a autoridades de la Cámara de Comercio e Industria, quienes trasladaron «reclamos formulados por numerosos asociados que plantearon su malestar por los reiterados eventos que se vienen llevando a cabo en la plaza Libertad y sus perjudiciales consecuencias para muchos», expresa el parte oficial de Prensa.
Agrega que los dirigentes de la Cámara «respetan y aceptan que se realicen fiestas, conscientes de la necesidad de que la comunidad tenga un lugar donde poder disfrutar al aire libre de espectáculos y diversión junto a variadas propuestas gastronómicas, dando a la vez una importante oferta laboral para los propietarios de food trucks, quioscos, puestos de artesanías etc., pero a su vez remarcaron que no consideran a la plaza pública como el lugar apropiado para que se lleven a cabo este tipo de propuestas por diversos motivos, entre los que destacaron que el constante uso de la Plaza afecta sobremanera a lo que es patrimonio histórico, tanto en su arquitectura como en el césped y especies arbóreas; perturban la tranquilidad de los vecinos de la zona céntrica hasta altas horas de la madrugada; afectan de manera significativa a la higiene del espacio público y su entorno; no beneficia en nada a la inmensa mayoría de los comercios de los alrededores y perjudican a muchos sectores con ofertas de productos que distan mucho de artesanías, transformándose en una competencia poco transparente para quienes cumplen con todas las requisitorias legales que corresponde ante Nación, Provincia y Municipio».
CAMBIO DE ESCENARIO
Finalmente, el boletín municipal expresa que «los funcionarios comunales consideraron entendibles los reclamos y adelantaron que ya habían tomado la decisión de que, de ahora en más, no se autorizará la realización de estos eventos en el centro, sino que los mismos se podrán hacer en el anfiteatro del cerro «El Triunfo», con la salvedad de la Fiesta Nacional del Automovilismo, que seguirá haciéndose en la plaza Libertad».
Ha pasado casi un año, donde producto de la terquedad de quienes deben tomar decisiones se perjudicó a mucha gente, cuando se pudo haber evitado sin tener que suspender este tipo de realizaciones que por otro lado benefician a emprendedores y a las bandas que allí actúan.
Bienvenido sea. Les costó reconocer que la razón estaba de nuestro lado. Pero en definitiva eso no es lo importante, sino aceptar el cambio para que el beneficio sea para el conjunto de la comunidad.