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Mañana, el merendero "Doña Norma" llevará a cabo una jornada de vianda por el Día de Reyes, en calle 29 entre 126 y 128. Se trata de un día de fiesta para los más chicos, que contará con juegos, meriendas y entrega de juguetes. "Lo teníamos planeado para el 8 de enero, pero tuvimos que suspenderlo con mucha pena debido a la mala situación que estábamos pasando por el tema de los precios. Por suerte ya contamos con los litros que necesitamos de leche, que nos donan desde el tambo "El Capricho". Nos resta juntar chocolatada, azúcar y harina para hacer las tortas fritas. También estamos juntando ropa y calzado usado, juguetes en buen estado para la jornada de mañana. Esperamos hacer juegos para los chicos, como carreras de embolsados, vamos a sentar a los chicos en los tablones que tenemos para que tomen la merienda y pasen una tarde ahí", comentó a El Diario Ana Hoyos, la coordinadora del merendero "Doña Norma".

El merendero funciona en calle 116 entre 11 y 13 desde hace tres años, el edificio que por muchos años fue hogar de Ana, hoy es un lugar de encuentro y trabajo solidario. La entrada luce el logo característico del merendero, el retrato de Norma y una bandera de Santiago del Estero, su provincia natal. También cuentan con una página de Facebook que lleva el mismo nombre, con el fin de llegar a más personas con intención de ayudar. "Fue algo nuevo para nosotros decir cómo a través de una página de internet podemos conseguir ayuda. Gracias a Dios la gente se suma y colabora, aunque el mes de diciembre fue muy difícil para nosotros juntar las cosas, lo pudimos lograr gracias a la difusión en internet y a eventos en las calles de nuestro barrio. También recorremos distintos comercios y les comentamos nuestra situación para que sepan cómo nos movemos y trabajamos. No formamos parte de ningún partido político, ni recibimos ayuda del Estado. Por suerte la gente nos ayuda, vienen y nos dejan las cosas o vamos a buscarlas nosotros. Hacemos todo a pulmón, somos un puente para poder ayudar al otro", indicó Ana.

NACE "DOÑA NORMA"

El 28 de abril se van a cumplir tres años del merendero, que por aquel entonces no tenía nombre, pero Ana, su familia y vecinos tenían claro que debían seguir el camino trazado por su madre, Norma. "Mi mamá vivía en el barrio Alborada y siempre ayudó a sus vecinos. Ella se vino de Santiago del Estero y trabajó como empleada doméstica, nos criamos como pudimos porque éramos una familia de 5 hermanas y un hermano, pero siempre había una tortilla o un mate cocido para alguien del barrio", relató Ana.

"Cuando falleció mi mamá, que para todos fue un dolor inmenso, teníamos la necesidad de apagar esa tristeza que sentíamos. Un vecino nos dio la idea de almacenar leche para el barrio, así que salimos a buscar leche en polvo, con un mechero y una olla prestada hacíamos leche los sábados y salíamos con las ollas por los barrios. Así empezó nuestro trabajo y con un poco de timidez salimos a pedir ayuda. Las chicas más jóvenes que están mas acostumbradas a usar internet armaron una página web en donde publicamos todos los días lo que hacemos".

"Empezamos en plena pandemia y nunca pensamos que íbamos a tener tantas familias o chicos con necesidad en esos momentos, casi sin darnos cuenta contábamos con un listado de chicos. Con el tiempo las familias empezaron a necesitar artículos de higiene y medicamentos, pasamos a tener un rol más social. Si un nene se quemó y necesita cremas nosotros vamos a trabajar para conseguirlo. Muchas mamás que trabajaban con nosotros también cuidaban abuelos en el Hospital, otras armaron una cuadrilla de mujeres en el campo, que desde el año pasado están trabajando en la cosecha de cebolla y zapallo", señaló Ana.

EL TRABAJO DIARIO

"Nosotros trabajamos con ollas de 100 litros, por lo que necesitamos por lo menos 25 paquetes de fideos de medio kilo y 25 kilos de alitas y menudos. Todo el equipo con el que trabajamos los conseguimos mediante rifas o donaciones. La mayoría de los productos que recibimos son alimentos no perecederos. Todos los viernes, a través de Cáritas recibimos 10 kilos de alitas, que para nosotros es una gran ayuda. Contamos con un listado de chicos a los cuales ayudamos, nos fijamos la situación de cada familia. Si está en una mala situación y en la semana trabajaron o necesitan algo, los incorporamos a la lista".

En la entrada del merendero hay una bolsa en donde los chicos ponen su nombre, un número de Whatsapp y un mensaje con lo que necesitan. "Hoy tenemos 135 chicos en lista, las familias ya saben que acá siempre hay alguien que se queda para recibir todo tipo de donaciones. Para los nenes un regalo o un turrón es una ilusión y una alegría inmensa, hay que verles las caras para saber realmente lo que significa", explicó Ana.

La coordinadora del merendero comentó que el pasado 23 de diciembre se acercaron chicos de otros barrios y superaron la cantidad que tenían en su nómina. "El personal de Tránsito nos cortó la calle para que podamos trabajar, allí trasladamos las tarimas e hicimos las meriendas. Los recibimos con dudas, porque pensábamos que no íbamos a llegar a ayudar a todos, pero lo hicimos y la satisfacción que te da es algo increíble. A pesar de que la situación del país está mal, queremos sacar algo positivo de todo esto". Trabajan en diferentes puntos de encuentro, el principal es el barrio del Plan Federal, donde se encuentra el merendero, también en Pueblo Nuevo, Pueblo Nuevo Viejo, San Cayetano y Matadero Viejo. Los chicos de otros barrios pasan por acá y nosotros les damos algo o los agregamos al listado".

"En vacaciones de invierno es donde más nos duelen las viandas, porque ahí nos damos cuenta la cantidad de chicos que vienen al no haber colegio. En el verano la situación es otra, hay escuela de verano, pero tenemos que reemplazar las meriendas y las cenas para que los chicos puedan venir al merendero. No tenemos el espacio para sentar a los chicos en mesas, ellos vienen con sus tapers y sus ollas y retiran la vianda. Gracias al disco tenemos la posibilidad de hacer torta fritas con las mamás que colaboran con nosotros, una vez al mes recibimos harina. Todos son colaboradores solidarios del barrio, que vienen para hacer tortas, bizcochuelos, tortas fritas, es a voluntad de la gente de Balcarce".

Ana manifestó que nunca recibieron ayuda del Estado. "La respuesta por parte del Municipio es siempre la misma, que no nos pueden ayudar. Desde Desarrollo Social nos contestaron que desde el Estado no les mandan nada y nos sugirieron buscar algún referente político de la ciudad para que nos puedan dar una mano y bajar cosas para nuestro merendero. Lo único que tenemos son los medios y nuestras redes, del Gobierno hasta el momento no hemos recibido ayuda. Es triste que no se visibilicen las situaciones que pasa la gente en los barrios. Hace poco, en la Av. Pueyrredón (39) y 120 se puso un canasto para residuos, cuando la gente no tiene derecho a que pase el camión recolector de residuos, ni siquiera los colectivos".

EL ROL SOCIAL

Desde el merendero también ofrecen trabajo a jóvenes que necesitan una segunda oportunidad. "Vemos que ninguna institución acepta a chicos con causas penales y que han salido para hacer trabajos solidarios. Tenemos un convenio con el Patronato de Liberados, ellos nos traen una planilla en donde tenemos que escribir en qué trabajan y marcar las horas que están con nosotros. Ya contamos con cuatro chicos que vienen al merendero y colaboran con nosotros".

Ana indicó que desde el Banco de Alimentos recibieron mercadería durante nueve meses en el primer año de la pandemia. "Gracias a reuniones con Federico Masachessi y Laura Oveja Smith, que entendieron que nosotros no teníamos ingresos, nos incorporaron en la categoría B del Banco de Alimentos. Durante la pandemia recibíamos alimentos los viernes y dejábamos aparte lo que íbamos a cocinar el sábado y domingo, siempre vamos a estar agradecidos".

"Son barrios que necesitan ayuda de todo tipo, en cuestiones de salud, de alumbrado de calles, asistencia personal a cada familia y vemos muchísimo la emergencia habitacional. Cuando vamos a un domicilio a dejar las viandas, vemos que hay muchas más familias a los costados de los terrenos o en la misma casa, eso no se ve. Otro de nuestros objetivos es darle descanso a las personas que nos ayudan e incorporar gente nueva. Invitar a quienes tengan intención de colaborar, a entrar a los puntos de encuentro que tenemos en cada barrio y que vean la solidaridad entre nosotros".

"Las familias que más necesitan son las que menos se animan a pedir y también es solidaria con nosotros, por ejemplo nos dicen que ya se encuentran trabajando y nos piden que ayudemos a otras que están en una situación más desfavorable. En invierno no tener botiquín nos trajo muchos problemas por el tema de las enfermedades, por suerte la farmacia "San José" nos ayuda con medicamentos o termómetros y podemos asistir a los chicos. Las personas acuden a nosotros porque tienen la necesidad de venir, si se trata de pensionados, jubilados o personas que tienen la tarjeta alimentar nosotros asistimos igual, la prioridad nuestra es ayudar a las familias y sobre todo a los chicos".

Ana espera algún día tener la posibilidad de cerrar el merendero y que ya ninguna familia necesite ayuda, pero lo ve muy difícil. "La situación que vemos día a día es que ese sueño está bastante lejos, la demanda es cada vez mayor", cerró.

CÓMO COLABORAR

El merendero "Doña Norma" invita a la comunidad a ayudar con cualquier alimento no perecedero, golosinas, juguetes nuevos o usados, ropa y calzado de niños, jugo o tortas para la jornada de vianda de reyes. Cuentan con un numero de cbu en Mercado Pago 00000031000767558400151 y un número celular 2266 - 469627 para quienes quieran

comunicarse y ayudar.