Campaña para concientizar y sensibilizar
El gimnasio cubierto del Colegio «Santa Rosa de Lima» se vio «invadido» ayer por alumnos de entre 15 y 18 años de distintas escuelas secundarias que participaron de una charla en el marco del proyecto «Educación vial llega a los jóvenes». Esta actividad, que tendrá continuidad hoy en la Escuela de Educación Secundaria Nº 1 «Antonio González Balcarce», es impulsada desde la Dirección de Movilidad y Control Urbano de la Municipalidad.
Carina López y Sebastián Lamas, capacitadores de la Agencia Nacional de Seguridad Vial, fueron los encargados de llevar a cabo la charla técnica con los alumnos que apuntó a sensibilizar a los futuros usuarios de licencias de conducir para que conozcan cuáles son las normas viales que deben respetar y aspectos que hacen a la convivencia al momento de circular.
El titular de Protección Ciudadana, Julio Alejandro López, recordó que en 2018 se capacitaron a unos 5 mil alumnos del nivel primario y ahora se convocó a los del nivel secundario próximos a tramitar la licencia de conducir. «Está bueno trabajar con los jóvenes porque ellos actúan como agentes multiplicadores en materia de seguridad vial, generando conciencia en sus familias de la importancia que tiene respetar las normas vigentes. Debemos ser más responsables a la hora de conducir y no actuar de manera inapropiada», dijo el funcionario que ya le anticipó al intendente Esteban Reino que en caso de ser reelecto en el cargo dejará la función que viene desempeñando por motivos familiares. (ver aparte)
UN PROBLEMA CULTURAL
Acerca de las infracciones en que más incurren los automovilistas en Balcarce, López mencionó el estacionamiento en doble fila y frente a las rampas para discapacitados y garages, circular a una velocidad mayor a la permitida, cruzar semáforos en rojo y por la noche, fundamentalmente los fines de semana, la alcoholemia. «Todos los fines de semana, ubicados en el mismo lugar, estamos secuestrando vehículos y labrando infracciones a conductores que manejan con una alcoholemia superior a 0,5 gramos por litro de sangre. Evidentemente es un problema cultural y de desaprensión porque hay a quienes no les interesa ni la propia vida ni la del prójimo», subrayó.