La presencia de lagartos en distintas zonas de la ciudad causó sorpresa e impacto en algunos vecinos. Sin embargo, el biólogo balcarceño Juan Esteban Dajil, aclaró que se trata de una especie nativa, de baja peligrosidad y que en principio puede convivir con humanos.

“Estos lagartos overos son autóctonos, su hábitat no solo es la sierra. En Argentina lo encontramos en humedales, pastizales, médanos, selva, bosques, por lo tanto, es completamente normal que aparezca en jardines de casas, sitios periurbanos o urbanos. Los reptiles, al ser ectotermos (su temperatura corporal depende del medio exterior) tienen más actividad en los meses cálidos, por eso se podría ver más actividad de esta especie en primavera, porque es su época reproductiva y además debe recuperar peso después de pasar el invierno”, explicó Dajil a El Diario.

Dajil es licenciado en Ciencias Biológicas y además es becario doctoral del CONICET. Su trabajo consiste en estudiar el efecto de la fragmentación del hábitat en la ecología de lagartijas de los médanos costeros de la Provincia de Buenos Aires.

“Los lagartos son totalmente inofensivos, tratan de evitar a los seres humanos. Pero si se sienten acorralados se defienden con mordidas o dando golpes con la cola”, mencionó el biólogo, y a su vez aclaró que dichas mordidas no son más graves que las de un perro. “Cuando está erguido y suele bajar y subir es porque está molesto”, agregó.

Remarcó además que es importante tratar de no manipular al animal para que no se ampute su cola. “La mayoría de los lagartos se cortan la cola para que el depredador se entretenga con ella y puedan escapar. Después se le regenera con el tiempo, pero pierden equilibrio y grasa, que la necesitan para pasar el invierno”.

“Si se acostumbran a la gente son totalmente confiados y hacen su vida normalmente al lado de nosotros. El lagarto que se vio en el cementerio por ejemplo vive hace más de cinco años ahí”, comentó Dajil. “Su alimentación es generalista, es decir, se alimenta de todo, fruta, animales, huevos y desechos humanos”, agregó.

El biólogo a su vez señaló que los lagartos se refugian en túneles, bajo piedras, troncos o ramas y su actividad en los meses cálidos, ya que tienen “sangre fría”, depende de una fuente externa de calor. “Por el contrario, en los meses fríos hibernan”, indicó.

Por último, aclaró que la presencia de estos animales es “totalmente normal” para la ciudad de Balcarce. “Están hace miles de años antes que nosotros, es importante no molestarlos y convivir con ellos, ya que son parte de nuestra biodiversidad”.