Balcarce recuperó su "faro", volvió a funcionar el reloj de la Parroquia San José

Balcarce recuperó su "faro", volvió a  funcionar el reloj de la Parroquia San José

Durante años el reloj de la Iglesia principal de cada pueblo fue como un faro para sus pobladores.

Era el punto de referencia al momento de saber la hora cuando los relojes eran "un lujo" al que pocos accedían.

La modernidad los fue desplazando y casi pasaron a ser un simple "adorno" para muchos mientras otros lo consideran como una pieza que como parte de la historia debe ser preservada como corresponde.

En nuestra ciudad el reloj del templo atravesó años de olvido y hoy vuelve a decir presente con sus campanadas.

Recuperarlo no ha sido tarea fácil, pero Jorge Martínez después de un arduo trabajo logró ese objetivo y permitió que la restauración del templo incluyese a su reloj.

Su trabajo no es nuevo. Según recuerda fue a mediados de los años 80 cuando con su padre se ocuparon de acondicionarlo después de muchos años sin funcionar.

Fue entonces cuando empezó a conocer los secretos de una maquinaria que, según estima debe tener alrededor de 90 años.

UNA PIEZA CASI CENTENARIA

"No hay datos precisos, pero estimo que es de una partida que donaron los ingleses porque en Corrientes hay dos o tres torres que tienen el mismo reloj. Debe tener cerca de 90 años", sostiene Jorge.

Diferentes motivos hicieron que a lo largo del tiempo el funcionamiento fuese discontinuo.

Las malas condiciones de acceso a la torre fue uno de los grandes inconvenientes que hicieron que durante años el reloj no anduviese.

En los últimos años se lo había puesto en condiciones, pero con el restauro del templo se hicieron una serie de reformas en las torres, entre ellas el cambio del piso que desacomodaron el sistema y quedó una vez más sin funcionar.

Allí volvió a tomar cartas en el tema Jorge, a quien se sumaron Miguel Palermo (colaborador "todo terreno"), Salvador Pagano quien acomodó bujes y se encargó de centrar ruedas; Claudio Ferreyra se ocupó de la limpieza y pintado de las esferas; Mario Galetti y Miguel Tambascio.

El "equipo" realizó una labor impecable, recuperando todas y cada una de las piezas originales y haciendo que la maquinaria funcionase (en este caso más literalmente que nunca) "como un relojito".

"Lo importante es mantenerlo original . Muchas torres le han adaptado motores para levantar las pesas pero la gracia es que sea original" sostiene Martínez.

La tarea incluyó además reacomodar el sistema de las campanas, -el martillo de las mismas- lo que requirió además de una alta dosis de riesgo, ya que parte de la labor la debió realizar en la parte más alta de la torre trabajando con medio cuerpo afuera de una ventana.

Resta ahora conectar la luz, que ya está reparada, para que el funcionamiento sea total.

Queda luego el acudir cada diez días, subir a la torre y darle cuerda para que continúe con su funcionamiento.

CRUCES Y CANDELABROS

"Es todo un desafío y una satisfacción el poder colaborar con el mantenimiento de algo que es patrimonio de la ciudad", sostiene Martínez, quien a la vez tuvo oportunidad de encargarse de un exquisito trabajo de orfebrería - su punto fuerte en la actividad- , ya que fue el encargado de hacer las cruces y sus respectivos candelabros, que desde el 25 de mayo lucen cuatro de las columnas del templo, como parte del rito de consagración.

"Me encargaron siete pero por protocolo tienen que ser cuatro o doce. Como no hay doce columnas se decidió hacer cuatro. El material utilizado es bronce, el trabajo se hizo respetando el diseño de la que está en el sagrario, en tanto los candelabros se hicieron acordes al tamaño de la cruz. Traté de mantener el estilo artesanal del resto de los elementos que tiene la Iglesia", explicó para concluir.