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Como suele suceder después un hecho trágico que pone en jaque las acciones desplegadas por la política, el violento asesinato del colectivero Daniel Barrientos derivó en una serie de acciones “efectistas” y mediáticas del ministerio de Seguridad de la Nación que buscan aislar el foco del conflicto de la problemática integral de la inseguridad.

Mientras continuaba con los cruces y la pirotecnia verbal contra el gobierno de Axel Kicillof - lo acusó de no estar al tanto de las reuniones con su propio Jefe de Gabinete- y algunos intendentes del conurbano advertían que no habían sido convocados para articular acciones, el ministro Aníbal Fernández, decidió enviar gendarmes y agentes de otras fuerzas federales a custodiar colectivos en 40 líneas en las zonas oeste, norte y sur.

El operativo denominado “Paradas seguras” se realizó entre las 4 y las 8 de este miércoles y estuvo a cargo de la agrupación de despliegue “Centinela II”.

Las fuerzas de seguridad hicieron circular un instructivo a sus agentes a fin de dar los lineamientos para ofrecer “presencia institucional” en estaciones y paradas de distintas líneas de colectivos para “prevenir y desalentar cualquier tipo de ilícitos en esta franja horaria de mayor afluente de transeúntes” detallaron.

Allí se realizaron acciones de “control documentológico”, una práctica que se emparenta con los procedimientos de “control poblacional" y saturación que alguna vez impulsó la exministra de Seguridad Patricia Bullrich, y que, en su tiempo, recibieron fuerte rechazo por parte del Frente de Todos.

En ese marco, hubo acompañamiento de hasta tres efectivos a bordo de los ómnibus en sus recorridos. (Infocielo)