Alumnos de una escuela salteña llegaron a Balcarce para "descubrir" un mundo nuevo
Sorprendidos, embelesados ante todo lo que se presenta ante sus ojos y sin poder expresar con palabras lo que sienten.
Así se muestran los 16 alumnos de la escuela Nº 4.571 "Dr. Benjamin Zorrilla", de Cobres, provincia de Salta que desde el pasado viernes visitan Balcarce.
Los chicos, alumnos de los últimos años de la escuela hogar de la pequeña localidad del norte salteño llegaron a Balcarce gracias a gestiones realizadas por nuestra convecina Gabriela De Gerónimo e integrantes de un grupo de peregrinos que anualmente, desde hace una década visita esa localidad y estrechó vínculos con la comunidad.
Los pequeños, junto al director del colegio, Luis Calpanchay y una docente visitaron el viernes la Capital Federal, donde quedaron absortos ante un mundo totalmente desconocido para ellos, que en su mayoría no había salido nunca del pequeño pueblo de apenas 160 almas que tiene como localidad más cercana a San Antonio de los Cobres, a 70 kilómetros de distancia por caminos de tierra y a más de 250 de Salta Capital y están ahora alojados en el Colegio San José hasta el próximo viernes.
El sábado tuvieron un almuerzo en la Capilla María Auxiliadora y luego participaron de un entrenamiento especial de los Bomberos Voluntarios de nuestra ciudad y de la zona en el Centro de Entrenamiento junto a la Fábrica de Postes. Todo es nuevo para ellos y sus rostros rebosan de sorpresa y alegría. La sonrisa parece estar pintada en sus rostros.
Luis Calpanchay, director del colegio, explicó a El Diario que el establecimiento cuenta con 60 alumnos provenientes del poblado y de otros sitios distantes entre 20 y 30 kilómetros.
En cuanto a la labor que él y sus pares desarrollan, señaló: "Hace falta mucho compromiso para trabajar en lugares así. Uno allá hace de todo y tiene que estar preparado para todo. No es solo dictar las áreas pedagógicas. Hay que tener conocimientos necesarios para el mantenimiento de la escuela, ser un poco carpintero, plomero, peluquero y hasta un poco papá, para darle contención a los chicos", añadiendo que el trabajo es "full time".
El clima, con temperaturas extremas de intensos calores y temperaturas que en invierno suelen alcanzar los 20 grados bajo cero es otra de las adversidades a las que deben hacer frente.
Recién hace tres años Cobres logró contar con luz eléctrica las 24 horas del día y tener Internet, "con no muy buena señal".
Desde allí llegó este grupo que no para de sorprenderse ente el nuevo mundo que se les presenta a cada instante.
Entre risas nerviosas se les hace difícil explicar lo que sienten mientras aguardan impacientes poder estar frente al mar, sueño que están a punto de convertir en realidad.