ALAN CELENTANO: "Todavía no lo creo, no caigo, me parece que la medalla no es mía"
Alan Celentano fue noticia en los últimos días, desde que se consagró campeón en los II Juegos Sudamericanos de la Juventud "Santiago 2017", en la categoría velocidad por equipo varones, junto al rafaelino, Yoel Vargas. El martes fue recibido por familiares y amigos y ayer visitó la redacción de El Diario, donde contando sus vivencias en España y todo lo que ocurrió en Chile.
SU PASO POR ESPAÑA
Sobre su experiencia en España comentó "estuve durante dos semanas en aquel país, fueron días de mucho trabajo, muy duros, con un solo objetivo que era prepararnos para los Odesur. Ahí supimos lo que era una pista cerrada, ahí entendimos con lo era la diferencia con una al aire libre, fue impresionante el cambio".
Agregando "hicimos unas vueltas de prueba en la pista cerrada y notamos enseguida el cambio, es más nuestro entrenador nos consultó sobre cual era la diferencia y se va mucho más rápido, pudimos bajar los tiempos. En los primeros giros tenía un poco de miedo y con el correr de los minutos me acostumbré y andaba por todos lados. Los tiempos que hicimos eran buenos, pero no era lo que necesitábamos para conseguir medallas en los Odesur, nos costaba un poco el arranque. Se notó mucho el cambio de lo que eran los entrenamientos a lo que fue la carrera en sí".
También hizo referencia a lo que le dejaron esas dos semanas en suelo español e indicó "lo que más me gustó de España fueron los entrenamientos de velocidad y de fuerza, la práctica en ruta y las charlas. Todo me sirve de experiencia para poder volcar lo que aprendimos en los entrenamientos, junto al 'Turco' (Waldo Aguirre)".
CHILE Y LA CONSAGRACION
El 28 de septiembre comenzaron los II Juegos Sudamericanos de la Juventud (Odesur) y Alan se encontraba junto al resto de la Selección Juvenil de Ciclismo. Acerca de los primeros días en el país trasandino, expresó "fueron de mucho nervio. Miedo a fallar, porque ya estábamos ahí y veía que los tiempos que estábamos haciendo, no me conformaban, ya que eran malos. Encima mirábamos los tiempos de los uruguayos, los chilenos y brasileros, y estábamos muy lejos. Es más, dos noches antes de la competencia no dormí, la previa lo logré, ya que me pude relajar un poco".
Agregando que "en el momento de la carrera, me concentré al máximo, no escuchaba a nadie, solo miraba a mis compañeros y el reloj, la gente nos alentaba pero no lo escuchaba. Cuando largamos transformamos los nervios en potencia, donde hicimos un tiempo, 33:04 en la final y 33:07 en la clasificación, lo que nos hizo quedar primeros y los rivales no pudieron bajarlos. En la final los nervios, se me pasaron cuando llegamos a la línea".
Celentano también habló del momento de la consagración y dijo "cuando dí la última vuelta miré los tiempos y no lo podía creer, observé a los argentinos entre ellos mi papá gritando campeones y no caía que le habíamos ganado a los locales. Lo único que se me cruzó por la cabeza fue mi familia, porque pensé en el esfuerzo que habían hecho ellos para que yo pudiera viajar y yo pagárselo así. Cuando me bajé de la bicicleta lo primero que hice fue ir a saludar a mí papá, lloraba de la emoción".
El momento de mayor emoción para cualquier deportista es cuando estás en lo más alto del podio y se escuchan las estrofas del Himno Nacional, manifestando que "cuando estábamos en el podio, escuchando el Himno se me caían las lágrimas, fueron muchas emociones juntas, ya que pude representar a mi cuidad y a mi país de la mejor manera. Todavía no lo creo, no caigo, me parece que la medalla no es mía".
LO QUE VIENE Y LOS AGRADECIMIENTOS
El ciclista balcarceño se encuentra en un breve receso, pensando en lo que será el año que viene, ya que en febrero tendrá el Campeonato Argentino de Ruta y posteriormente los Juegos Olímpicos de la Juventud en Buenos Aires, aunque no descarta que antes de los Olímpicos viaje a entrenar a otros países.
Por último, Alan Celentano expresó "quiero agradecerle a mi familia, que me alentó en todo momento y haciendo un gran esfuerzo para que pueda viajar, a mi papá que tuvo la posibilidad de viajar a Chile y abrazarlo después de haber ganado la medalla fue más emocionante que tener la presea en mi poder, al Sindicato de Camioneros que me compró la segunda bicicleta, en las personas de Juan Vargas y Eva Moyano, a la gente que me alentó desde acá y al 'Turco' Aguirre".

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