A 21 años del crimen de María Marta García Belsunce, la Justicia halló al culpable: fue Pachelo
La Justicia condenó a Nicolás Pachelo a prisión perpetua por el crimen de María Marta García Belsunce luego de que en 2022 haya sido absuelto por mayoría en la causa que lo tenía como único acusado.
El fallo fue firmado por los jueces de la Sala II de la Cámara de Casación Bonaerense Fernando Mancini Hebeca y María Florencia Budiño, quienes revirtieron la absolución por mayoría que había dictado el Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de San Isidro en 2022.
La condena a prisión perpetua para el principal sospechoso llega 21 años y cinco meses después del crimen de la socióloga. En el medio pasaron tres juicios que no lograron encontrar culpables del homicidio y varios sospechosos fueron acusados como culpables.
El escrito firmado por la Cámara de Casación asegura que no hay dudas sobre que Pachelo ingresó el 27 de octubre del 2022 a la casa en la que vivían María Marta García Belsunce y Carlos Carrascosa en el country Carmel con la intención de robarles.
Los jueces remarcaron que fue el acusado, quien continúa preso y está condenado por una serie de robos en countries, el que asesinó a García Belsunce de cinco disparos en la cabeza.
El fallo del Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de San Isidro en diciembre del 2022 había condenado a Pachelo a prisión por los robos en countries, pero lo había absuelto del crimen de la socióloga.
En aquella oportunidad, los jueces Esteban Andrejin y Osvaldo Rossi se inclinaron por la absolución, mientras que el presidente del tribunal, Federico Ecke, votó en disidencia por la condena perpetua. “Algo huele mal en Dinamarca”, fue la frase de Hamlet que utilizó para describir la situación.
Sin embargo, el fallo fue apelado por los fiscales Patricio Ferrari, Andrés Quintana y Federico González, y los jueces tuvieron 15 meses para deliberar hasta que arribaron al fallo que se conoció este miércoles.
EL CRIMEN
García Belsunce (50) fue hallada muerta el 27 de octubre de 2002 en su chalet del country Carmel de Pilar, con su cuerpo semisumergido en la bañera, y su marido Carrascosa declaró siempre que él pensó que había sufrido un "accidente" y se había golpeado la cabeza contra una viga del techo y las canillas.
La autopsia practicada a 36 días del hecho comprobó que había sido asesinada de seis balazos en el cráneo, cinco de los cuales penetraron en el cráneo y el sexto -"el pituto"- le rebotó, con un arma calibre .32 largo.
El fiscal original del caso, Diego Molina Pico, siempre tuvo la convicción de que Carrascosa y otros familiares fueron los asesinos y encubridores y por ello los imputó y llevó a juicio, pero el fallo de la Casación bonaerense que absolvió al viudo en 2016 –y que quedó firmen en 2020-, destacó graves irregularidades en la investigación del funcionario judicial.
El caso tiene una serie de enigmas jamás resueltos: el arma homicida nunca apareció y hay tres misteriosos ADN de dos hombres y una mujer nunca identificados, cuyos rastros de sangre quedaron en una pared de la escena del crimen. (Infocielo)