Ya está en Argentina la tenecteplasa, una nueva droga para el tratamiento temprano del ACV
El accidente cerebrovascular (ACV) es un cuadro potencialmente grave, que pone en riesgo la vida y que puede dejar secuelas irreversibles. Es “tiempo-dependiente”, por lo que actuar con celeridad puede cambiar el pronóstico.
El laboratorio Boehringer Ingelheim acaba de presentar en el país una nueva droga para el tratamiento agudo del ACV isquémico, que mejora el abordaje existente hasta ahora porque permite ahorrar tiempo valioso en la intervención. Cabe señalar que la Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) autorizó el arribo y utilización de esta nueva droga.
La droga se denomina tenecteplasa y es recomendada por la Organización Europea de Accidentes Cerebrovasculares (ESO) para el tratamiento del ACV isquémico agudo, debido a su mayor facilidad de administración, eficacia y seguridad. Esta medicación pertenece a la categoría de los fibrinolíticos, que deben ser administrados lo antes posible ante la aparición de los primeros síntomas del episodio: se indica su administración antes de transcurridas las primeras 4 horas y media.
El paciente debe recibir la medicación por vía intravenosa lo antes posible y hasta las 4 horas y media después de la aparición de los primeros síntomas del ACV. Actuar con velocidad y llamar a la ambulancia para que la persona sea llevada con urgencia a un centro asistencial preparado para atender estos cuadros puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte, o entre una recuperación completa y secuelas permanentes.
Los especialistas ven con optimismo contar con esta nueva opción terapéutica, pero destacan la importancia de desarrollar redes de ACV con ambulancias preparadas para dar los primeros cuidados y derivar al paciente a centros con equipamiento y profesionales entrenados, disponibles las 24 horas, los 7 días de la semana.
El accidente cerebrovascular ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se ve interrumpido, ya sea por un coágulo que obstruye el torrente sanguíneo en una arteria cerebral (ACV isquémico, el más común) o por la ruptura de un vaso (ACV hemorrágico).
“Disponer de una nueva medicación segura y efectiva, y que además es de más fácil administración, ayuda a agilizar la instancia de abordaje hospitalario, contribuyendo al cumplimiento de los tiempos recomendados para actuar y obtener mejores resultados”, afirmó la médica neuróloga Virginia Pujol Lereis, Subjefa del Servicio de Neurología Vascular del FLENI.
“La nueva droga llega respaldada por numerosos estudios que garantizan su seguridad y eficacia, habiendo demostrado similares resultados a las mejores terapias disponibles, pero facilitando su administración, lo que contribuirá a acortar los tiempos de atención del ACV, una condición tiempo-dependiente”, sostuvo el médico neurólogo Luciano Sposato, argentino radicado en Canadá, profesor de Neurología y Jefe del Programa de ACV del Departamento de Neurología del Centro de Ciencias para la Salud de la Western University, en aquel país.
“La medicina ofrece cada vez mejores alternativas para minimizar el daño. Sin embargo, aquí y en todo el mundo tenemos la responsabilidad de fortalecer cada eslabón para que el paciente pueda recibir a tiempo la mejor atención posible”, precisó Sposato.
Síntomas y factores de riesgo
Pablo Ioli, médico neurólogo, presidente de la Sociedad Neurológica Argentina (SNA), destacó la necesidad de identificar los síntomas y los factores de riesgo que pueden determinar un ACV. “El primer eslabón de esta cadena está en identificar los síntomas: el paciente o su entorno pueden sospechar la presencia de un ACV ante aparición repentina de debilidad o entumecimiento en la cara, brazo o pierna, especialmente si se da en un solo lado del cuerpo, signos de confusión, dificultad para hablar o para entender lo que nos dicen, pérdida de visión o visión difusa en uno o en los dos ojos, mareos, pérdida del equilibrio y de la coordinación”, precisó.
Entre las principales medidas y conductas recomendadas para prevenir la aparición de un ACV los neurólogos coincidieron en la visita periódica al médico, sobre todo a partir de los 40 años de edad, y el control de aquellos factores de riesgo que pueden predisponer el desarrollo a corto o a mediano plazo de las enfermedades cardiovasculares.
Es fundamental el control de la hipertensión arterial -que es uno de los grandes desencadenantes de episodios cerebrovasculares-, la hiperglucemia/diabetes, el tabaquismo, el colesterol elevado, no hacer actividad física, el sobrepeso y la obesidad y el estrés. (DIB) ACR