Valentina Barroso debutó en el programa de TV de Guido Kaczka

Valentina Barroso debutó en el programa de TV de Guido Kaczka

Valentina Barroso (der.) junto a Rodrigo Noya y Malena García

Son horas de felicidad, de disfrute a pleno para Valentina Barroso. Es que en el curso de la semana pasada tuvo su debut televisivo en el programa "Bienvenidos a bordo", que conduce Guido Kaczka y se emite por Canal 13, empezando de esa manera a cumplir un sueño para el que se viene preparando desde hace años. Es hija de los balcarceños Beltrán Barroso y Liliana Carmona, nació hace 21 años en Mar del Plata y mantiene vínculos con sus abuelos, tíos y primos de nuestra ciudad. Todos están contentos con este presente suyo, porque conocen cómo ha sido el proceso previo para acceder a esta oportunidad.

En esta ocasión, recibió un llamado del actor Rodrigo Noya para actuar en una presentación en el citado espacio televisivo junto a él y Malena García, que también había sido compañera suya en un trabajo realizado la temporada pasada.

"Mi llegada fue por parte de Rodrigo Noya, el año pasado yo trabajé con él en la Rural haciendo el Autoteatro, me había convocado su novia porque nos conocemos de Mar del Plata. Hace unos días él me escribió para ver si quería estar en el programa de Guido y claramente acepté. Primero fue un sí rotundo y después mucha emoción, mucha felicidad de repente por esta oportunidad que se me estaba presentando", contó.

ANSIOSA Y FELIZ

Fue una experiencia en lo personal sumamente gratificante, mostrarse ante el público en un programa que cuenta con numerosos seguidores y se transmite a través de una de las principales señales argentinas de televisión.

Claro está, hubo una previa y no abundó el tiempo de preparación precisamente. De todas maneras, afrontó el desafío con entereza y sin mayores nervios. "Estuve más que nada ansiosa, con ganas de que ese momento sucediera y con mucha felicidad. Hubo solamente un día de ensayo previo, porque a Rodrigo le avisaron dos días antes que iba a estar en el programa, él organizó qué hacer, ahí fue donde me convocó y rápidamente armamos la coreografía", explicó.

Por el momento, esa significó su primera presentación en "Bienvenidos a bordo", donde desfilan habitualmente numerosos y conocidos personajes. Por lo tanto deberá aguardar una nueva invitación de Rodrigo Noya: "fue una participación de ese día, lo que no quita que voy a volver algunos otros días como invitada nuevamente de Rodrigo. Pasa que son distintos famosos los que van a ir durante diferentes días, entonces a él no le toca ir siempre".

EN BUENOS AIRES

Radicada en Capital Federal desde 2018, Valentina Barroso se encuentra cursando el Profesorado de Artes en Danzas en la Universidad Nacional de las Artes (UNA).

Pero su formación cómo bailarina comenzó hace tiempo en su ciudad natal, recorriendo diversos lugares que la fueron moldeando en distintos estilos, brindándole las herramientas para poder hacer frente a desafíos como, por ejemplo, el que acaba de presentársele.

Sobre ello, contó que "en Mar del Plata me formé en la Escuela Municipal 'Norma Fontella', donde hice clásico y contemporáneo. Clásico también hice particular con Andrea Antognino, una maestra que me marcó mucho en mi vida. Y en cuanto a lo urbano/hip hop hice con Florencia San Martín en FSM Dancenter, que fue quien me comentó sobre la Universidad UNA. Ahí fue donde entré e investigué y decidí venirme a vivir a Buenos Aires. De todas formas fue algo que siempre anhelé, de hecho a los 4 años ya les decía a mis papás que de grande me iba a venir a vivir acá, porque me encanta esta ciudad y me parece increíble. Y más para estudiar arte, cualquier tipo de arte. Yo en Mar del Plata sentía que tenía un techo, el cual me limitaba, entonces decidí venir a Buenos Aires. Está transcurriendo ya mi tercer año acá y me parece que, como dice el dicho, Dios está en todos lados pero duerme en Buenos Aires. Si realmente una quiere progresar y crecer con respecto a la danza, particularmente creo que tiene que venir a estudiar acá".

MUY RESPALDADA

Valentina mostró un gran apego y reconocimiento hacia su familia, en el marco de una carrera que recién inicia pero para la que vino preparándose con antelación, lográndolo merced al respaldo permanente de sus seres más cercanos.

"Si hay algo de lo que tengo que estar agradecida, es de la familia que me tocó. Tanto mi mamá, mi papá, el marido de mi mamá, mis hermanos y mi novio no paran de apoyarme en todo lo que hago. Eso para mí tiene un gran peso en mi carrera, porque a su vez me hace tener cierta seguridad propia, sé que ellos pase lo que pase van a estar ahí bancándome. Son los pilares de mi vida, sin ellos yo no sería lo que soy. Son lo más importante que tengo", manifestó.

Y se guardó un pensamiento para el cierre de la charla, que resume ni más ni menos la fórmula que supo aplicar para que sus objetivos fueran cumpliéndose paulatinamente: "una cuando sueña no tiene techo, todo depende de una misma. Si una va con buenas actitudes, buenas intenciones y buenas vibras por la vida, las cosas se presentan solas. No hay misterios, sí hay que esforzarse y trabajar, estudiar y ser muy disciplinada".