Tras el robo y la estafa, el Taller Protegido no baja los brazos: “Hay que seguir luchándola”
El Taller Protegido de Producción Balcarce, que trabaja día a día generando recursos para sostener sus actividades y brindar oportunidades laborales a personas con discapacidad, sufrió en las últimas semanas un doble golpe. Por un lado, fue víctima de una estafa durante la Estudiantina, cuando un grupo de estudiantes simuló transferencias bancarias para obtener alimentos y bebidas sin pagar.
“Con el amontonamiento de chicos, nosotros teníamos una promo de papas con gaseosa a 4.500 pesos o un pancho con gaseosa al mismo precio, que era lo que más se vendía”, relató a El Diario Virginia Guariste , directora del Taller. “Un joven se avivó y mandó una captura de pantalla. Cuando te muestra la captura dice ‘Transferencia exitosa, $4.500 Taller Protegido’. Nunca imaginamos que íbamos a tener que mirar la hora exacta de cada transferencia. Uno confía en los chicos, nunca pensamos que iba a pasar esto”, lamentó.
La maniobra se repitió varias veces y, según los cálculos de la institución, las pérdidas rondarían entre 250 mil y 300 mil pesos. “Con cuatro o cinco pibitos que hagan esto, ya te joden toda una venta. Donde se aviva uno, los demás lo copian. No todos son iguales, no hay que meter a todos en la misma bolsa, pero con unos pocos alcanza para hacer daño”, señaló Guariste.
ROBO Y DESTROZOS EN EL FOOD TRUCK
A la estafa se sumó un hecho delictivo ocurrido el sábado, cuando un joven de 24 años fue sorprendido por la Policía tras sustraer elementos del food truck del Taller Protegido.
“Cuando fueron a abrir, encontraron papeles tirados, servilletas y rollos de cocina. Pensaron que era cosa de los chicos del "Industrial" por la Estudiantina, pero después vieron una banqueta afuera y se dieron cuenta de que algo había pasado. Cuando miraron, la puerta estaba rota”, contó Guariste.
El ladrón alcanzó a llevarse una freidora eléctrica y una pava, que luego fueron recuperadas por la Policía. “Gracias a Dios tiraron los 20 litros de aceite en el pasto y no adentro del food truck, porque hubiese sido un desastre. Sacaron todo lo que había adentro, menos la heladera, porque iba uno solo”, explicó.
La directora confirmó que el vehículo sufrió daños importantes. “La puerta de aluminio es cara, la arreglaron así nomás para poder cerrarlo, pero hay que mandar a hacer una nueva. Todo es gasto, pero seguimos”, comentó.
“HAY QUE SEGUIR ADELANTE”
A pesar del disgusto, la directora remarcó que el Taller no se detendrá. “Hay que seguir luchándola. A veces parece que se ensañan con uno, pero no hay que bajar los brazos. Vamos a salir adelante, si Dios quiere”, expresó con esperanza.
La institución analiza implementar nuevas medidas de seguridad y control. “Estamos averiguando para poner una alarma inalámbrica. Tenemos una cotización de 200 mil pesos y todo es plata, arreglar el food truck, comprar la mercadería que se perdió, las gaseosas… Todo cuesta, pero vamos a seguir adelante”, afirmó.
El Taller Protegido, sostenido por el esfuerzo de su personal y la comunidad, atraviesa una situación difícil tras estos episodios. Sin embargo, Guariste insiste en no perder la fe ni la confianza. “Nos dolió porque uno trabaja con cariño, con ganas, confiando. Pero lo importante es que seguimos en pie, como siempre. Hay que seguir luchando, porque el Taller es de todos”, concluyó.
