“Si las personas supieran el impacto que tienen en las empresas al dejar de comprar, modificarían los precios”
El nuevo acuerdo de precios para la carne vacuna entre frigoríficos exportadores y supermercados que comenzó a regir el pasado miércoles, estará vigente hasta el 31 de diciembre. Este convenio es parte de una dinámica que comenzaron a encarar las empresas luego de que finalizara la vigencia de Precios Justos tras la asunción de Javier Milei, el programa que obligaba a mantener una pauta de incremento mensual.
Si bien no hay un contrato de cumplimiento, la Subsecretaría de Comercio de La Libertad Avanza a cargo de Pablo Lavigne impulsa que, en todo caso, sean los privados quienes pacten promociones.
En este contexto, El Diario dialogó con Santiago Colella, presidente de Balcarce Carnes S.A, quien expresó que no aumentarán los precios de la carne y se comprometieron a no hacerlo hasta el 1 de enero.
“Tomamos esa decisión conforme a una política que nos otorga la libertad de hacerlo, sin la intención de perjudicar a ningún comerciante sino de beneficiar a nuestros clientes. Eso lo hacemos en base a que nosotros tenemos la posibilidad de afrontar los aumentos, porque producimos los novillos que después van a nuestras carnicerías. Fue una decisión emocional, no podíamos poner los precios de carne a 8 mil pesos el corte”, expresó Colella.
“Teniendo en cuenta la renta acumulada del año, decidimos que es momento de retribuir a nuestros compradores parte de esa utilidad. Lo hicimos y los clientes nos apoyan y nos acompañan. Tenemos gente que está viniendo de Mar del Plata a hacer el “tour cárnico”, como lo llamamos nosotros. Llegan con su heladerita, recorren la ciudad y vienen a comprarnos la carne a nosotros, eso es impresionante”.
IMPACTO EN EL MERCADO
Con respecto al impacto que tuvo la medida de no aumentar el precio de la carne, Colella manifestó sentirse orgulloso y que este tipo de decisiones sirven para marcar una agenda. “Como digo siempre el cliente es el jefe, si las personas individualmente supieran el impacto que tienen en las empresas al dejar de comprar, ellos modificarían los precios. Porque la economía, más allá de toda la complejidad que tiene, termina siendo un cruzamiento entre la curva de la oferta y la demanda. La oferta de carne, a mayor necesidad y mayor demanda en diciembre, aumenta sus precios y eso una cuestión especulativa. Por ejemplo, el retroceso que hubo de la demanda esta semana -en un día bajo 25% la carne- va acompañado al pensamiento que hemos tenido.
“El precio que tenemos en la carnicería esta por debajo del costo de ese momento y nosotros tomamos la decisión de afrontar ese costo, porque sino el hilo siempre se corta por lo más fino. Siempre la gente es la que más sufre y culturalmente, sobre todo Balcarce, somos consumidores de carne. En Semana Santa por ejemplo aumenta el pescado y eso es consecuencia de la curva de oferta y demanda, porque la demanda exige más, entonces suben los precios. Eso es especulación y yo no quiero ser parte de ese grupo de empresarios. Gente de mi edad. está cambiando ese paradigma”.
“No conozco la interna de cada empresa, su nivel de endeudamiento, cómo se conforman los costos y que margen de maniobra tienen, pero claro que las empresas siempre tienen la posibilidad de hacer un esfuerzo más que el consumidor. Un carnicero no tiene margen de maniobra y eso lo sé, porque compra el kilo de media res conforme a lo que determina el vendedor. Yo ese margen lo tuve porque gracias a quienes nos acompaña pudimos enganchar un eslabón más de la cadena, que es producir el novillo. Todo esto va conforme al nuevo paradigma del gobierno, ser austeros y disciplinados. Particularmente, en todos los negocios que desarrollo siempre la austeridad está primero. Al tener disciplina uno va acumulando una renta y este era el momento de ponerse los pantalones largos, porque sino siempre es solo ganar y que el consumidor sufra.
“EL CLIENTE MANTIENE LA EMPRESA”
“Nosotros cumplimos con nuestros clientes, no les aumentamos en diciembre y eso generó una fidelidad que hace que también incremente el número de clientes. El 1 de enero, cuando tengamos que modificar los precios, seguramente no va a hacer falta, porque el precio de la carne ya debió haber bajado. De esta manera se cerraría el circulo, creemos que hemos tomado la decisión correcta. Porque un empresariado coherente es necesario para un crecimiento sostenido a largo plazo y entablar un vínculo con el cliente. Hay que remarcar que es el comprador el que mantiene la empresa, el mismo tiene el poder de despedir empleados y cerrar empresas. Eso es lo que creo desde el día uno y por eso tomamos esta decisión.
“Gracias a la gente hemos tenido un balance muy bueno este año, creemos que en Balcarce Carnes hemos tenido un crecimiento sostenido mes a mes, nos han acompañado y estoy super agradecido por eso. Hoy tenemos la posibilidad de abrir dos carnicerías más, una de ellas va a estar ubicada, en la Avenida Eva Perón, para llegar a toda la gente de la zona”.
CAMBIO DE PARADIGMA
El presidente de Balcarce Carnes entiende que a raíz de esta decisión comienza un cambio de paradigma. “Nuestro slogan es ‘Precio y calidad, juntos” y normalmente, en la teoría económica, el precio bajo se relaciona con mala calidad, y eso es algo que tiene que cambiar, el precio de venta lo pone el mercado, la gente. El negocio está en la compra, entonces el empresario o emprendedor pone el foco ahí y yo soy muy meticuloso en eso, porque después se traduce a mejores precios para la venta. Yo quiero meter esta idea, que precio y calidad en este negocio van de la mano”.
“Además, creo que somos los únicos en Balcarce del rubro que tenemos a todos nuestros colaboradores registrados, eso genera sentido de pertenencia y nuestros empleados hacen que la empresa sea cada vez más grande. Esto también tiene que ver con este cambio de paradigma”.
“Ese cambio se va a dar porque los nuevos emprendedores son gente de nuestra edad que ya no discute si el dueño es un oligarca o un empresario que vive aislado de la realidad. No es fácil ser empático y ponerse en los zapatos del otro, porque no sabemos lo que siente o lo que le pasa, pero sí podemos tener respeto. Saber de dónde vengo me hace conocer a donde quiero llegar, yo quiero tener una empresa sana. Para ver el cambio en los demás tenemos que empezar por nosotros, yo entendí que era parte de lo malo si les apretaba el bolsillo, aparte no iba a vender si subía los precios. Cuando entendamos eso, entonces vamos a lograr el cambio”, concluyó.