Reconocimientos cargados de emoción
Levantaron bien altas las banderas en defensa de los objetivos trazados por quienes hace casi 104 años impulsaron la creación de la Federación Agraria Argentina. Roberto González y Carlos Alberto Erreguerena, ex presidentes de la filial local, tuvieron su merecido reconocimiento en una noche vivida a pura emoción.
Ellos fueron dos de los artífices que, por su capacidad de trabajo, entrega, idoneidad y dedicación, forjaron los destinos de una entidad en defensa del pequeño y mediano productor. Claro que en esa lucha no estuvieron solos sino que contaron con el respaldo de afiliados y socios.
Roberto González
De los 35 años de trayectoria dentro del gremialismo agropecuario, 25 de ellos los desempeñó como presidente de la filial Bal-carce. Por eso Roberto González vivió con mucha emoción la celebración, con un especial recuerdo para su padre Juan José, que también condujo los destinos de la entidad y que fue quien lo sumó a las filas de la Federación Agraria cuando ingresó en 1981 para ser prosecretario. Luego en 1991 asumió la presidencia que dejó hace un par de meses en manos de Jorge Dajil.
El "gallego" reconoció que lo conmovieron las palabras de Erreguerena cuando repasó parte del camino que ambos recorrieron pero de manera especial cuando mencionó a su padre. "Transitamos (con el 'vasco' Erreguerena) un camino difícil en la reconstrucción de la entidad y lo logramos. Cada vez que hice una gestión, fue pensando en la entidad y en el productor. Le di el tiempo que requería, nunca el tiempo libre. Por eso me siento conforme con la labor desempeñada. Pero para ello necesité del acompañamiento de la familia, que comprendió mi pasión por ser dirigente agropecuario".
Finalmente deseó los mejores augurios a la actual conducción y reafirmó su compromiso de continuar participando gremial-mente.
Omar Príncipe no quiso dejar pasar por alto el significativo momento. "Roberto dejó una huella en este distrito y en la Federación Agraria a nivel nacional. Por eso tiene bien merecido este homenaje", aseguró.
Carlos Erreguerena
A pesar de que prometió ser breve, no pudo evitar explayarse unos minutos para hacer un repaso de lo que fue la vida institucional de la filial local de la FAA, que lo tuvo como presidente en la década del ochenta. Destacó como hecho primordial la refundación de la entidad iniciada en los setenta. "Fue un esfuerzo muy grande. No sabíamos nada del gremialismo por entonces pero le poníamos muchas ganas. Recuerdo que tuvimos el bautismo de fuego con el debate por la firma del convenio papero. Fuimos como mansos corderos a la reunión y dijimos que no estábamos de acuerdo. Y la peleamos con el 'gallego' González. Estábamos convencidos de defender los intereses de los pequeños y medianos productores".
En esos tiempos, apuntó, hubo discusiones con el INTA, se organizó en 1985 la primera charla regional sobre aplicación de agroquímicos y sus riesgos ("Hoy se sigue discutiendo todavía sobre sus peligros y las leyes", dijo) y otra sobre uso y tenencia de la tierra, se participó en la creación del consejo regional del INTA, también en la Comisión Nacional de Fertilizantes, y se dieron numerosas discusiones.
"Lo hacíamos con coraje, convencimiento y una pizca de insolencia. Con orgullo digo que refundamos la filial local de FAA, que hoy está en marcha y debe seguir adelante", terminó diciendo.
Ambos recibieron de manos de Príncipe y Dajil sendas plaquetas como fiel testimonio de su labor dirigencial.