Premio al esfuerzo y la pasión ganadera

Premio al esfuerzo y la pasión ganadera

Martin Tinello, propietario de «Inambú», resaltó el trabajo de Patricio Aicega, su hijo Martín y el equipo de la firma como también de Wallace SA, responsables de la subasta

Otro sueño cumplido en estos veinte años ininterrumpidos de trabajo, con mucha pasión, en la producción ganadera y teniendo como norte buscar la excelencia genética,

En sus propias instalaciones, la cabaña «Inambú», de Martín Tinello, celebró con éxito su cuarto remate consecutivo allí, en proximidades a la localidad de Ramos Otero, y el undécimo desde que vio la luz.

El clima también se asoció a esta fiesta que vivió Angus. El sol y los casi veinte grados de temperatura aportaron lo suyo a una organización sin fisuras en un predio que lució magnífico.

Las ventas estuvieron a cargo de la firma de Azul, Wallace SA., con la colaboración de Patricio y Martín Aicega, junto al personal de la firma Aicega Consignatarios.

Un hecho que distingue a esta cabaña balcarceña, y que se recalcó desde la propia Asociación Argentina de Angus que respaldó esta subasta, es que «Inambú» acompaña su producción con valiosos datos.

Acotó Tinello en este sentido que «todos los reproductores ofrecidos cuentan con DEPS enriquecidos por genómica, elaborados por el INTA para el Programa ERA, basados en la población de referencia Angus nacional. Seguimos confiando en incorporar genética de animales superiores y rústicos a nuestros rodeos».

LAS VENTAS

Esto luego se vio reflejado en el desarrollo que tuvo el remate que, en la previa tenía un porcentaje elevado de preofertas. Tuvo un ritmo ágil, hubo interés por ofertar y los precios fueron destacados atendiendo a la realidad que presenta el negocio.

En primer término, se vendieron las hembras Puras de Pedigree. La calidad tuvo su precio. Una hija de «Escorpión» alcanzó el máximo de 8.700.000 pesos.

Otro momento que también tuvo pujas interesantes fue cuando se puso a consideración de los compradores cuatro lotes, con cinco embriones congelados cada uno. Las combinaciones de genética permitieron que se alcanzara un valor máximo de 2.250.000 pesos.

Otro de los platos fuertes de la tarde fue cuando se ofrecieron los toros Puros de Pedigree. El ejemplar elegido cabeza de remate, un ejemplar Angus colorado de 27 meses, hijo de Apache, atrajo todas las miradas y también el interés de quienes estaban dispuestos a obtenerlo, que se tradujo en la disputa al momento de levantar la mano para mejorar cada oferta. El martillo lo bajó Juan Wallacce cuando la cabaña «Los Cerritos» cerró con su oferta de 16 millones de pesos. El promedio, en tanto, rondó los $ 7 millones.

Con los Puros Controlados también la demanda se mantuvo activa. Varios compradores fueron los que eligieron la genética exhibida de acuerdo a sus necesidades. La venta fue total, una vez más, para satisfacción de Tinello, su equipo de trabajo y la firma martillera.