Necesidades concretas hacen zozobrar a la Biblioteca en un mar de promesas
Las dificultades económicas que afronta la Biblioteca Pública «Pablo A Pizzurno» no son novedad. Lamentablemente, desde hace tiempo los apremios monetarios son moneada corriente, con algunos períodos de respiro transitorio, para el "ejército" de luchadoras que desde la Comisión Directiva no están dispuestas a bajar los brazos.
Luego de una temporada de cierta calma para las flacas arcas de la entidad, en los últimos meses la situación ha hecho que comenzaran a encenderse las luces de alerta.
Alicia Ciarrapico, Alcira Finocchietti (Presidenta y Tesorera de la institución) y la bibliotecaria Marisol Moreno manifestaron la preocupación existente, fundamentada en gran parte en la falta de recepción de los subsidios que desde Nación y Provincia han venido hasta ahora llegando regularmente y que permitían mantener cierta estabilidad económica.
Ahora, sin ese dinero y con los sueldos y aguinaldos de por medio, el panorama se presenta sombrío.
Lo concreto es que los dineros que se recibían desde la CONABIP (Nación) y de la Dirección General de Bibliotecas (Provincia) hasta el momento no se han recibido.
Muchos llamados, incluso desde el Municipio, contactos con uno y otro han permitido conocer que "algo" ya habría sido girado, pero la realidad muestra que por el momento sigue siendo solo una promesa mientras el rojo se agiganta.
Solo las cuotas de los socios (apenas unos 500 que abonan $ 50 por grupo familiar) y lo recaudado en algún evento sirven de transitorio respiro.
Mientras se abriga la esperanza de la llegada de alguno de esos "salvavidas", las guerreras aseguran que jamás se les ha pasado por sus mentes la posibilidad de que la Biblioteca cierre sus puertas.
"Trabajamos para lograr incrementar la cantidad de socios, para poder trabajar en forma más holgada y segura y evaluaremos acotar el horario o llevar adelante alguna otra medida, pero sabemos que de algún modo saldremos adelante" sostienen con envidiable optimismo, reconociendo, por otro lado, que la situación que atraviesan es la misma que hoy afecta a la mayoría de las bibliotecas populares , las que incluso ayer exteriorizaron su reclamo en la ciudad de La Plata.