Martín Pérez: "Hoy ya no hay relleno sanitario, hay un basural a cielo abierto"
El concejal del Frente de Todos advirtió sobre la crítica situación en el centro de disposición final de residuos, denunció el incumplimiento de normas ambientales y cuestionó la falta de mantenimiento y control por parte del municipio. "No sabemos cuánto se ha contaminado el suelo ni las napas", alertó.
GRAVE DENUNCIA DESDE EL CONCEJO DELIBERANTE
El concejal del Frente de Todos, Martín Pérez, expresó su profunda preocupación por la situación actual del centro de disposición final de residuos de Balcarce, al que calificó como un "basural a cielo abierto" debido al incumplimiento de las normas que regulan el funcionamiento de un relleno sanitario.
"El conflicto con los recicladores puede tener una solución rápida, pero lo más grave es que el relleno sanitario no se está haciendo como corresponde", afirmó el edil, quien señaló que la celda destinada a recibir los residuos ha colapsado y que no se están tomando las medidas necesarias para evitar la contaminación del suelo y del agua.
UN RECLAMO QUE LLEVA MÁS DE UN AÑO
Pérez recordó que desde hace más de un año vienen advirtiendo sobre esta situación tanto en el Concejo Deliberante como en los medios de comunicación. "En su momento se celebró la clausura del basural viejo, se consiguió un terreno nuevo -lo más difícil en estos casos- y se puso en funcionamiento una planta. Pero eso que parecía un avance ahora está totalmente degradado", lamentó.
El concejal remarcó que el terreno fue conseguido durante la gestión de Echeverría y que se encuentra próximo a la planta de tratamiento de residuos sólidos que utiliza la empresa McCain. "Había muchas expectativas porque se había logrado arrancar con un relleno sanitario serio, con normas para evitar la contaminación de las napas. Pero eso hace tiempo que dejó de cumplirse", aseguró.
PLANTA PARALIZADA Y SIN RECOLECCIÓN DIFERENCIADA
El conflicto reciente con los recicladores se originó porque no pueden ingresar al galpón de trabajo ni utilizar la maquinaria, situación que está afectando directamente la actividad de la cooperativa encargada del reciclaje. "Estamos tratando de interiorizarnos bien para presentar una comunicación desde el Concejo, porque la planta no está funcionando y hay una cooperativa con convenio vigente que se ve perjudicada", explicó Pérez.
Además, criticó la falta de comunicación y planificación en torno al sistema de recolección alternada. "Cuando se implementó, insistimos mucho en que debía haber una buena difusión, tanto desde el municipio como desde la empresa GIRA, para que la gente entendiera cómo separar. Eso no se hizo y prácticamente se perdió la separación en origen", sostuvo.
Aunque aclaró que GIRA es responsable únicamente de la recolección y el barrido, remarcó que la gestión del relleno sanitario está a cargo del municipio, que tiene un convenio con la cooperativa que trabaja dentro del predio. "La responsabilidad absoluta es del municipio", subrayó.
CONTAMINACIÓN INVISIBLE PERO PELIGROSA
Más allá de lo que se puede observar en la superficie -celdas colapsadas, maquinaria paralizada, reciclaje detenido-, lo más grave, según Pérez, es el riesgo de contaminación de las napas freáticas. "Ese es el daño más serio, el que no se ve. El líquido lixiviado, si no se extrae y trata, se filtra en la tierra y contamina el suelo y el agua", advirtió.
El concejal explicó que un relleno sanitario requiere obras específicas: cañerías de drenaje, membranas protectoras, y un proceso de tapado y rotación de celdas que debe estar en manos de profesionales capacitados. "Esto no es un tema para improvisar. Si no se trabaja como corresponde, volvemos a tener un basural, como el que ya se había clausurado", alertó.
UN PROBLEMA QUE NO SE RESUELVE CON PARCHES
Respecto a los plazos que demandaría poner nuevamente en condiciones el centro de disposición, Pérez diferenció dos niveles de complejidad. "La planta de reciclaje podría repararse si hay alguna maquinaria rota, eso depende del arreglo y de la voluntad de hacerlo. Pero lo de las celdas es mucho más serio. Si rebalsan, es muy difícil reacomodarlas. Es lo que pasó en el viejo basural", explicó.
Además, remarcó que el volumen de basura que llega diariamente al predio podría reducirse considerablemente si se clasificara adecuadamente en origen. "Se calcula que se generan entre 700 y 800 gramos de basura por persona por día. Si se separa lo reciclable, sólo el residuo orgánico debería ir al relleno. Eso alargaría mucho la vida útil de las celdas", aseguró.
UNA ADVERTENCIA FINAL
Para Pérez, el punto más preocupante es la falta de conciencia sobre los riesgos ambientales que implica esta situación. "Esperamos que el municipio se ponga a trabajar en serio, pero sobre todo que se tome conciencia del daño que se está ocasionando. Esto no se resuelve sólo con arreglar una máquina. Hace falta planificación, control y responsabilidad ambiental", concluyó.
Martín Pérez presentó junto a su bloque un proyecto de comunicación que será tratado en la próxima sesión del Concejo Deliberante, solicitando información precisa sobre el estado del predio, las medidas adoptadas por el Ejecutivo y el futuro de la planta de reciclaje y el relleno sanitario.