Jubilada de 83 años fue sorprendida por un ladrón mientras descansaba: le robó dinero
Otro robo tuvo como víctima a una persona de la tercera edad. El miércoles anterior, por la noche, Silvia Colavita de Petruccelli fue sorprendida dentro de su casa por un individuo que accedió a un patio trasero desplazándose por el techo para luego abrir una puerta, amenazarla y robarle dinero.
Ahora la damnificada fue Rosa Florez de Faveri, quien vive en la calle 8 entre 9 y 11. La modalidad y el horario en que ocurrió este hecho delictivo fueron similares al descripto inicialmente.
EL ILICITO
Anteanoche, alrededor de las 21, la mujer de 83 años, abuela del piloto de Turismo Carretera Santiago Mangoni -sus padres hace muy pocos días habían sido despojados de dinero y joyas en oportunidad en que se encontraban ausentes de su hogar- escuchó un ruido extraño en un patio trasero de su casa cuando se disponía a dirigirse a su dormitorio a descansar. Pensando que el mismo podía provenir de una vivienda lindera es que Rosa se acercó hasta un patio cerrado con la intención de observar a través de una persiana qué había ocurrido.
Acompañada de dos de sus hijos y nietos, Rosa relató detalladamente a El Diario cada paso dado en lo que fue una "pesadilla". "No logré que la luz del patio se encendiera para ver que estaba sucediendo. Pensé que podía estar flojo el foco. Apagué entonces la luz de la galería y me dirigí al dormitorio, cerrando la puerta que comunica la cocina con el living con una traba metálica", relató.
Pero segundos más tarde, cuando ya estaba en su habitación, un tremendo ruido le provocó intriga y miedo a la vez. Pero la jubilada no tuvo siquiera tiempo para darse cuenta qué era lo que estaba ocurriendo dentro de su propia casa.
Un sujeto, con su rostro cubierto, prendió la luz de la habitación previo destrozarle la puerta de madera utilizando para ello una barreta -la misma con la cual forzó y violentó una persiana para luego abrir los postigos e ingresar- y la sorprendió.
"Dame la plata y no te va a pasar nada, y no me mires a la cara", le dijo en tono amenazante el delincuente a su víctima. "Hice caso a lo que me decía. Me levanté y me dirigí al living donde abrí un mueble y tomé un dinero que allí estaba guardado. Me lo sacó y aprovechó para revisar todo lo que allí había guardado", agregó.
Rosa le suplicó que no le haga daño. "Me preguntó si quería tomar agua y le dije que sí. Entonces tomó un sweters de lana y me tapó la cara para que no lo reconociera antes de dirigirse a la cocina. Transcurrieron unos minutos y como no sentía ruido alguno, tomé coraje y caminé unos pasos. No había nadie. Incluso noté que faltaba el televisor", relató.
Al comprobar la mujer que el teléfono fijo no tenía tono ya que el ladrón antes de entrar había inutilizado la línea quemando los cables con un encendedor, decidió pedir ayuda a una vecina, que fue quien comunicó la ingrata novedad a los familiares y a la Policía.
Un perito de la fuerza trabajó en el lugar del hecho, comprobando que el desconocido utilizó guantes para no dejar huellas.
Asimismo, el televisor fue encontrado en el piso ya que desistió el ladrón de llevárselo.