Fernando Alessio vivió de cerca los embates del huracán Matthew
El Jefe del Cuerpo Activo de los Bomberos Voluntarios se encuentra en Estados Unidos participando de una capacitación, pero ni aún así puede estar lejos de las situaciones de alto riesgo.
En este caso, a Fernando Alessio le tocó vivir muy de cerca todo lo relacionado con la llegada y el paso del huracán Mattew por la zona de Miami.
Alojado en Fort Lauderdale ciudad ubicada en el estado de Florida donde junto a otros 70 referentes de delegaciones bomberiles de nuestro país, Guatemala, Panamá y Ecuador participa de una capacitación, debió atravesar toda la tensión que generó primero el anuncio de la proximidad del huracán, luego los preparativos para su llegada y lo que fue el paso fugaz (afortunadamente) del temporal que finalmente desvió su rumbo y, al menos en se lugar, no ocasionó mayores inconvenientes.
LOS PREPARATIVOS PARA HACER FRENTE AL METEORO
En diálogo con El Diario, directamente desde los Estados Unidos, Alessio comentó que pudo comprobar cómo se trabaja en esa zona que ya cuenta con un protocolo más que claro, debido a la frecuencia con que se dan allí fenómenos meteorológicos de estas características.
"Fue ver "en vivo" lo que se conoce solo en la teoría sobre la preparación que tienen para afrontar estas situaciones" señaló, explicando que una vez decretado el alerta se puso en marcha un mecanismo cuyos engranajes están perfectamente aceitados, tanto desde las fuerzas de seguridad como de la gente.
Explicó que resulta sorprendente ver como se hace todo en correcto orden y en la medida en que se dan las directivas éstas se cumplen a rajatabla.
Pudo en ese aspecto comprobar como la gente se fue abasteciendo de los elementos indispensables en los mercados (agua y alimentos) mientras se guarecían luego en sus hogares o se alejaban hacia localidades más seguras.
Todo dentro de un perfecto orden aún dentro de la celeridad y nerviosismo que la situación ameritaba.
Vio, dijo, como de a poco los comercios cerraron sus puertas mientras equipos especiales se ocupaban de colocar planchas de fenólico tapando vidrieras y frentes de viviendas y negocios, mientras, siguiendo las sugerencias de las autoridades, la gente sacaba del exterior todos aquellos elementos que pudiesen generar algún riesgo al ser volados por el temporal.
Así, la ciudad se fue convirtiendo en un desierto, siempre de manera ordenada y atentos a las directivas emanadas de las autoridades.
En lo personal, Alessio manifestó que él junto a la delegación de servidores públicos se hallan en un hotel "anti huracanes" de gran tamaño en el que no obstante se tomaron todos los recaudos en lo que hace a preservar a sus clientes, a quienes, dijo, se sumaron cientos de personas que llegaron desde lugares próximos buscando un refugio más seguro que sus viviendas, contando con grupos electrógenos, agua, comida y todo lo indispensable para poder estar guarecidos dentro del edificio el tiempo que fuese necesario.
A DISPOSICION
En medio de este escenario, los integrantes de las delegaciones de Bomberos que participan de la capacitación, obviamente se pusieron a disposición de las fuerzas de seguridad ofreciendo prestar su ayuda en lo que considerasen necesario, pero la misma no fue requerida atento a que ya los servidores públicos tenían todo organizado y bajo control, habiéndose previsto incluso la asistencia de equipos especializados de otros distritos, lo que finalmente no fue necesario.
Por fortuna, lo que debieron atravesar fue ínfimo ante lo que se preveía.
El meteoro, que causó estragos en el Caribe, ocasionando centenares de muertos e innumerables destrozos desvió su rumbo y apenas "rozó" la zona de Miami para descargar toda su fuerza en el océano mientras en Fort Lauderdale solo se registraron fuertes vientos y lluvias que no ocasionaron mayores daños.
Ayer, superado el alerta, la ciudad comenzaba a recobrar su ritmo normal, comentó Alessio, mientras el grupo que el integra se disponía a retomar sus actividades.