Embarazos post 40, las causas de un fenómeno en crecimiento en Argentina y en el mundo
El tiempo es un juez muy apegado a la ley, basta con dejar que transcurra para saber si un fenómeno traspasa la frontera de la moda y se convierte en parte de la vida cotidiana o si sencillamente se extingue.
Si el tiempo tuviera que fallar sobre la maternidad post 40 años, su sentencia sería inapelable: llegó para quedarse.
“Hace 15 años, el promedio de edad de consulta era 33 años, ahora es 3 y si viene una jovencita hacemos una fiesta”, dijo a la agencia Télam Sergio Pascualini, director de Halitus Instituto Médico; institución pionera en tratamientos de fertilidad y presidente de Fundación Repro.
Y es que las mujeres lograron que en el imaginario social la maternidad sea percibida cada vez más como un deseo y no como un mandato y el avance de la ciencia permite que el famoso reloj biológico no se detenga cuando el cuerpo establece que ya no se puede lograr un embarazo de manera natural.
Esos dos fenómenos generaron una postergación en la edad en la que muchas mujeres deciden tener su primer bebé: manda el deseo, si es que aparece.
Los tiempos del deseo
La periodista Adriana Meyer tiene mellizos de 12 años y se acuerda de que a los 40, embarazada, hizo una gran fiesta con su enorme panza de embarazada. El deseo de ser madre recién se le manifestó a los 38 años.
“Yo veía el tema de lejos y un día a los 38 años y medio me cayó la ficha de que quería ser madre y estaba en pareja. Hasta ese momento mi vida era mucho trabajo y mucha vida social y diversión, no me había interesado. Empezamos a tratar con mi pareja y el segundo mes en el que no quedé embarazada me estimulé levemente y no sólo quedé, sino que vinieron dos. El momento de la ecografía, cuando nos dijeron que eran mellizos no lo puedo poner en palabras, fue una sonrisa interior: doble esfuerzo, pero doble recompensa”, dijo a Télam.
Por un tiempo se acabaron los viajes y tuvo que estructurar su vida de otra manera porque dice, como todas las madres consultadas, que tener hijos obliga a mantener una rutina de horarios muy estricta.
Está feliz de haber tomado la decisión, sus hijos están en la preadolescencia y contó que recién ahora tienen su primer teléfono celular, pero reconoce que los años no vienen solos y que la maternidad post 40 viene con muchas ventajas (lo ya vivido, haberlos tenido cuando el deseo apareció claramente), pero con algunos inconvenientes porque nada en la vida es perfecto.
“La primera etapa jugaba mucho con ellos, me quedaba resto, después con el tiempo hacerles caballito era algo que resentía mi espalda. Y después de trabajar todo el día por ahí no te da de ir al parque con ellos, pero les leés un cuento a la noche y lo compensás”, contó.
A Soledad García, docente, 42 años, le pasa lo mismo. Está feliz con haber concebido vía fertilidad asistida a sus mellizas de dos años, pero admite que entre el trabajo y el cansancio hay días que no tienen tiempo ni para bañarse.
Entre las ventajas de haber llegado a los 40 sin maternar destaca no tener asignaturas pendientes. “Lo bueno es que ya viviste, ya saliste con chongos, lo que lo hiciste lo hiciste y lo que te quedaste con ganas de hacer ya no lo podés hacer porque no te da el cuerpo”, se riò.
La que no le encuentra ningún pero a haber sido madre a los 40 es la fotógrafa Alejandra López. Sus mellizas ya tienen 20 años y las tuvo a los 40 por pura elección.
“Llevaba 16 años en pareja y con mi exmarido nunca habíamos pensado en tener hijos porque teníamos una vida con una rutina muy linda, muy de novios, viajábamos mucho, nos acostábamos tarde. La pasábamos bomba y estábamos en un momento de gran crecimiento profesional”, recordó.
Cuando apareció el deseo, algo pasaba que el embarazo no se producía y se propuso con su pareja de entonces hacer un tratamiento de fertilidad, pero con una premisa clara: iban a hacer sólo tres intentos para que un eventual “fracaso” no perjudicara la pareja y si no funcionaban, sencillamente iban a adoptar. No hizo falta.
Un fenómeno mundial
La clínica Halitus hace tratamientos de fertilidad desde el año 1987 y Pascuali se enorgullece de haber ayudado a nacer una cantidad de bebés que equivalen dos veces a la población de las Islas Malvinas.
“A nivel mundial está pasando, las mujeres que quieren ser madres postergan la maternidad y otras andan por la vida sin querer tener hijos y ni nos enteramos” contó a Télam.
Y confesó que la ciencia ayuda, pero que hay un misterio en los embarazos. “Los que me resultan más gratificantes son los que se producen de manera natural después de que la mujer fracasara con el tratamiento in vitro”. (Télam)
