El fútbol balcarceño está de duelo
En las últimas jornadas dos noticias golpearon a la comunidad, y en especial al ámbito del fútbol balcarceño. Fueron los fallecimientos de dos ex futbolistas: Raúl López y Roberto Echaide.
VOLANTE DE DEPORTIVO MITRE
La muerte de Raúl López, como ya se informara, se produjo de manera trágica mientras desarrollaba labores en la zona rural con un caballo. Tenía 58 años.
Su trayectoria deportiva estuvo vinculada desde pequeño con el Club Deportivo Mitre. Ingresó a la entidad patricia en su niñez y se desempeñó en las divisiones inferiores. Sus condiciones le permitieron ir avanzando, hasta formar parte del primer equipo en la década del '80.
Sus inicios en el plantel superior fueron como volante derecho, pero bajo la conducción del recordado Guillermo Cudrano pasó a desempeñarse como volante ofensivo por izquierda, formando en ese momento la zona media de Deportivo Mitre junto con Carlos Latorre, Sergio "Nito" Olavarría y Juan Rodríguez, ya fallecido. En esa posición iba a trascender con su particular estilo, de andar firme y tranquilo, con una calidad técnica recordada y buen remate.
Ya retirado de la práctica oficial, fue convocado para formar parte del equipo de San Lorenzo cuando a mediados del 2000 se llevó a cabo el campeonato de ex futbolistas denominado Liga Master. El fútbol fue parte de su vida y por ello era habitual observarlo todos los fines de semana animando intensos partidos entre amigos, donde siguió mostrando su innata calidad.
ARQUERO CAMPEÓN
También sorprendió el fallecimiento, a los 65 años, tras sufrir un paro cardiorrespiratorio, del ex arquero Roberto Echaide.
En febrero de 1970, a los 14 años, fue inscripto en la Liga Balcarceña como jugador de Ferroviarios, iniciando allí su carrera en la entidad de avenida del Valle, que lo tendría entre uno de sus recordados jugadores por los logros alcanzados.
Siendo juvenil ya estaba promocionado en el primer equipo y formó parte de los planteles campeones de 1971, 1972, 1975 y 1976.
Sus destacadas actuaciones le permitieron ganarse un lugar en la selección balcarceña, donde integró diferentes planteles. Como dato anecdótico en la selección se puede mencionar que fue el arquero en ocasión de un enfrentamiento con el primer equipo de Vélez Sársfield, en 1979, época en que los equipos de AFA llegaban a Balcarce a jugar amistosos de pretemporada.
En 1980 se incorporó a Defensores de Napaleofú, en la Liga de Tandil, pero en 1981 retornó a Ferroviarios. Continuó en el equipo "verde" hasta 1986, cuando pasó a Boca Juniors; en 1987 se sumó al plantel de Apinta, donde permaneció hasta 1990, año en que pasó a Estudiantes. Cerró su campaña deportiva en 1991, en Apinta.
Siguió ligado al fútbol como director técnico, en primera división como en planteles infantiles. También trabajó desde lo dirigencial, tanto en la comisión directiva de Ferroviarios como también siendo parte de la Liga Balcarceña de Fútbol.
Dejó un legado de trabajo y responsabilidad, tanto dentro como fuera de la cancha.