Carlos Curone (derecha) junto a Federico Boglione y Pablo Veiga, de «El Volcán»

En toda exposición de ganado bovino, las miradas de los productores están dirigidas a la genética de elite que se exhibe en la pista.

Con su ojo clínico, son los jurados elegidos por los propios criadores los encargados de analizar detalladamente cada uno de los atributos del animal y elegir, de acuerdo a su criterio de selección, a los destacados de la fila que mejor expresan las bondades de la raza, en este caso para producir más y mejor carne.

Recientemente, la Asociación Argentina Criadores de Hereford elaboró su calendario de muestras a lo largo del año que comprenden la Expo Otoño en Azul, la Expo Palermo en Capital Federal, la Expo Nacional Patagónica en Patagones y finalmente la Expo Nacional en Bahía Blanca.

Por primera vez, aunque hay que admitir que en más de una ocasión había sido invitado a ser jurado, el experimentado cabañero y asesor local Carlos Curone, quien actualmente se desempeña laboralmente en el establecimiento «El Volcán» desde principios del 2000 propiedad de Federico Boglione –previamente había trabajado en otras cabañas de la zona, entre ellas «El Cerro» de Mackrey Agropecuaria-, aceptó el desafío de consagrar a los mejores exponentes de la raza Hereford en la exposición nacional de Otoño a desarrollarse en el mes de mayo en las instalaciones de la Sociedad Rural de Azul.

Esta novedad se suma a lo adelantado hace unas pocas semanas atrás por El Diario acerca de que otro reconocido cabañero y asesor balcarceño, como lo es Julio Fernández, estará jurando en la pista de la Expo de Palermo en julio venidero.

Curone hace 48 años que es apasionado de la ganadería y la genética. Su trabajo ha sido y es valorado y destacado por quienes están en el negocio.

Si bien Carlos recientemente accedió al beneficio jubilatorio, está decidido a continuar por el camino laboral elegido formando parte del equipo de la familia de «El Volcán». Sigue intacta su pasión, la misma que le pudo transmitir a su hijo Juan Pablo, quien continúa sus pasos como cabañero. No obstante, ahora asegura que destinará algunas horas más a su familia.

LA DESIGNACION COMO JURADO

Una charla casual con un productor ganadero de la raza Hereford fue la puerta de ingreso a lo que será dentro de poco más de tres meses un desafío diferente a los vividos hasta el momento.

Carlos conoce muy bien con la intensidad que se vive una elección de Grandes Campeones en una exposición de alcance nacional. Ha cosechado los máximos galardones, pero también en otras ocasiones los resultados no han sido los esperados de acuerdo al criterio del jurado elegido en la elección en la ocasión.

Esta última era la cuestión que, conociendo muy bien el ambiente, quería evitar porque tiene bien en claro que, en su función como jurado, su veredicto puede no dejar a todos contentos. Pero en esta etapa de su vida consideró que podía ser un buen momento para volcar toda su capacidad, conocimiento y experiencia en una elección. Y los criadores de Hereford celebraron la aceptación del ofrecimiento.

Entrevistado por El Diario, Curone agradeció a la Asociación por confiar en él para tan trascendente exposición. No será su debut en una pista como jurado porque hace muchos años desempeñó ese rol en una muestra en Dolores.

«MI DESEO ES QUE SALGA TODO BIEN»

«Ser jurado no es una labor para nada sencilla. En varias oportunidades me convocaron pero me negaba por distintas razones. Ahora, jubilado y más tranquilo, decidí aceptar. Mi deseo es que salga todo bien», anticipó quien elegirá los mejores individuales y lotes Hereford.

A los 65 años, Carlos, radicado desde hace un cuarto de siglo en Balcarce -nació en Necochea-, es una persona de consulta permanente por los cabañeros porque sabe cómo preparar «campeones». Y su máxima satisfacción, admite, es poder transmitir conocimientos a las nuevas generaciones, entre los que incluye a su hijo Juan Pablo, que sigue sus pasos.