Balinotti: "La verdad que tuvimos bastante suerte"
El tremendo accidente que involucró a Próspero Bonelli y Matías Jalaf a poco del inicio de la final del Turismo Carrera en el autódromo de Rafaela mostró una imagen estremecedora. Bonelli se quedó sin frenos en su máquina, el auto viajó descontrolado a 200 kph y en medio de la chicana frenó contra el lateral izquierdo del mendocino. La carrera se detuvo con bandera roja para que el cuerpo médico que encabeza el doctor Rodolfo Balinotti asistiera a los pilotos involucrados.
Ya pasaron varios días y los pilotos en sus lugares de residencia están en franca recuperación. Se le consultó al doctor Balinotti su opinión respecto de lo que se vivió en el veloz trazado rafaelino.
Por centímetros se podría decir que el impacto no alcanzó la gravedad que pudo tener, si el auto de Bonelli golpeaba en el medio del lateral, a la altura del piloto. "Hubiera sido una situación muy complicada", afirmó el titular del cuerpo médico de la ACTC. "Bonelli llegó a unos 200 kph al auto de Jalaf y le pegó en la rueda, mientras Matías ya estaba doblando, por lo que un poco lo acompañó en el recorrido, no fue un golpe pleno desde el lateral. Por más que los autos en materia de seguridad cumplen con todas las normas, la desaceleración de semejante impacto es difícil que el cuerpo lo pueda aguantar. La verdad que tuvimos bastante suerte. Además era la primera vuelta, con 40 autos juntos. Pudo haber sido bastante más grave", agregó.
En relación a la situación que afrontan los pilotos en este tipo de situaciones apuntó que "a veces las velocidades hacen que el organismo no pueda superar tanta energía de golpe. Si bien hay un traumatismo de cráneo no es porque algo lo golpeó al piloto, sino que el cerebro se mueve en el impacto, nada lo golpea".
RAPIDA ATENCION
Es destacado siempre el rápido desplazamiento de los sistemas de seguridad ante cualquier incidente en pista. Indicó Balinotti que "conocemos los lugares más peligrosos y hay autódromos que te generan más atención y asistencia, como lo puede ser Rafaela, que es muy veloz. Tiene que ocurrir algún infortunio muy grande para que en un minuto no estemos al lado del auto chocado. Tenemos muy claros los pasos a realizar dentro del auto. Entiendo que cualquier médico lo puede hacer, pero hay cuestiones específicas de la actividad automovilística que es la experiencia de muchos años, de muchos accidentes en el lomo. Trabajamos muy tranquilos, el piloto tiene la tranquilidad de cuando nos ve se relaja y sabe que estamos al lado de él. Cuando hay bandera roja, con tránsito de ambulancias el entorno de boxes se preocupa por eso tratamos de llevar tranquilidad rápidamente. Son acciones muy regladas y muy charladas entre nosotros. Nos pone bien que podamos ayudar a los pilotos, que son como parte de nuestras familias".

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