Experiencia de trekking en alta montaña: "Lo que cuenta es el camino, no la cumbre"
Tres aventureros balcarceños realizaron una serie de ascensos progresivos a volcanes ubicados en Catamarca, alcanzando una altura máxima de 6.020 metros en el llamado San Francisco. Una experiencia llena de desafíos.
Fue algo nuevo en las alturas para tres amantes de la naturaleza y los desafíos. Nahuel Reussi, Adrián Spadea y Javier Latorre, cambiando de ambiente luego de los ascensos realizados en ocasiones anteriores en Vallecitos, en la provincia de Mendoza (Cerro Adolfo Calle y Cerro Franke), se focalizaron en un nuevo objetivo. Fue en este caso el ascenso al Valle de los Seismiles, en la provincia de Catamarca.
Luego de meses de planificación y preparación, los tres amigos cumplieron con otro sueño al hacer cumbre en varios volcanes hasta llegar a la altura máxima de 6.020 metros de altura sobre el nivel del mar.
El viaje, según contaron los aventureros a El Diario, comprendió un total de 8 días de aclimatación a las alturas para lo que vendría y ascensos progresivos a volcanes de la región, los cuales son atravesados por la Ruta Nacional 60, desde Fiambalá hasta el Paso San Francisco, en el límite con Chile.
La región se caracteriza por una enorme belleza paisajística y una profunda soledad. Abundan las vicuñas, los burros salvajes y aves de diversas especies. Allí además se pueden visualizar picos que superan los 6.000 metros de altura. Es, explicaron, la segunda más alta del planeta luego del Himalaya.
Con la planificación y organización del guía de montaña Ezequiel Di Fabio (SURI Expediciones), Spadea, Reussi y Latorre disfrutaron de una experiencia de alta montaña inolvidable. "Nos posibilitó desafiarnos en la vida y convivencia en un ambiente de altura, en plena montaña y en aislamiento con todo lo que ello implica física y emocionalmente", expresó Latorre.
Ellos fueron paulatinamente concretando los ascensos al volcán Tramontana (a 4.600 msnm), al volcán Falso Morocho (4.500 msnm), al volcán Bertrand (5.330 msnm) y finalmente al volcán San Francisco (6.020 msnm), la altura máxima lograda.
"Fue una experiencia única e indescriptible que implicó un total de 62 kilómetros recorridos a más de 3.400 metros sobre el nivel del mar. Para lograrlo hubo preparativos durante muchos meses, acompañados de entrenamiento y fortalecimientos necesarios para superarnos personalmente y lograr las metas que cada uno había fijado, explorando y desafiando los propios límites físicos y psicológicos, con un tremendo esfuerzo", indicó Spadea.
En tanto, Reussi subrayó que "nos llevamos una profunda satisfacción. Nos hemos fortalecido en lo personal como en el grandioso equipo formado en estos últimos años. Además, esta actividad nos deja varias enseñanzas entre las que destacamos la importancia del camino recorrido y no de la cumbre, como también la necesidad de contar con profesionales competentes para quienes quieran iniciarse en la actividad. Estos gestionan, entre otras cosas, la seguridad en la montaña".
Finalmente, los aventureros locales agradecieron a sus familias por el respaldo brindado, a los entrenadores físicos "Maxi" Cabrelli y Marcelo Cazabat y a quien resulta ser su motivador permanente, que con su vasta experiencia los apoyó, el profesor de educación física Fernando de la Torre.
Este camino emprendido no posee límites de desafíos personales que en un futuro despertará la avidez de volver a las alturas y de ponerlos a prueba nuevamente.