Entusiasmo y fe en la "invasión"
Bajo el lema "Testigos de la misericordia", algo más de mil jóvenes fueron los verdaderos protagonistas de la denominada "Invasión de Pueblos" que tuvo a Balcarce, y a la Iglesia Santa María a cargo de la organización, como sede anfitriona entre el viernes y ayer.
En esta "gran cita con la fe", representantes de los nueve distritos (Mar Chiquita, General Alvarado, General Madariaga, General Pueyrredón, Lobería, Necochea, Pinamar, Villa Gesell y Balcarce) que forman parte de la Diócesis de Mar del Plata que preside el obispo Antonio Marino, tuvieron espacio para la reflexión, formación, talleres artísticos y también misionaron, entre otras actividades.
Los grupos juveniles se alojaron en establecimientos educativos y en casas de familias.
Monseñor Marino, quien estuvo acompañado por varios sacerdotes, presidió cada una de las multitudinarias realizaciones.
ENTRONIZACION DE LA VIRGEN MARIA
Anteayer por la tarde encabezó la misa que ofició en la parroquia San José, colmada de público. A su término encabezó la procesión que recorrió las avenidas Kelly y Cereijo para arribar, cerca de las 21, a la Iglesia Santa María, donde se emplazó una imagen de la Virgen que fue entronizada y bendecida en una ceremonia cargada de emoción.
También hubo otro momento de profunda emoción con la inauguración del cinerario eclesiástico, un lugar preparado para sepultar los restos mortales cremados, habitualmente conocidos como "cenizas" de los difuntos.
La Iglesia quiso ofrecer a los fieles la posibilidad de sepultarlos cristianamente en un espacio sagrado, debajo de la imagen de la Virgen María.
La actividad concluyó con la realización de un fogón.
JORNADA DE CIERRE
En la jornada de cierre, por primera vez, y por iniciativa de la organización local, tuvo lugar el primer encuentro de "viejos invasores". Unas cien personas participaron y contaron sus experiencias cuando participaron de experiencias años atrás.
Por su parte, los jóvenes misionaron y a las 16 se concentraron frente a Santa María, donde el obispo ofició la misa de clausura. Allí manifestó la alegría que le generó participar una vez más de esta experiencia, de poder reflexionar y de poder seguir manifestando la misericordia que vino a traernos Cristo, además de dejar su bendición.
Por último, y antes de despedirlos, anunció que la "Invasión 2017" tendrá como sede Pinamar.
Monseñor Antonio Marino
"Es urgente formar jóvenes que sean capaces de remar contra la corriente"
"Fueron días de gran provecho espiritual y humano. Más que nunca es urgente formar jóvenes que sean capaces de remar contra la corriente", consideró el obispo diocesano, Antonio Marino, en una entrevista concedida a El Diario en medio de la ajetreada agenda de actividades que lo tuvo entre el viernes y ayer ocupado en nuestra ciudad.
Reconoció que la "Invasión de Pueblos" es una cita hermosa. "Se disfruta y mucho como desde todos los rincones de la Diócesis, confluyen los jóvenes es una verdadera invasión que refleja las características de este encuentro fraterno", dijo.
Feliz por el nivel de la convocatoria a la "invasión" (la idea nació hace en el año 1968 por iniciativa de Monseñor Eduardo Pironio y que tuvo repercusión internacional ya que dio origen a la Jornada de la Juventud), Marino resaltó que "estos jóvenes están llenos de fuego interior. Por eso hay que alentarlos para que sus mentes se llenen de los valores del Evangelio".
Valoró además el clima de alegría que dominó este encuentro católico. "Esta idea muy iluminada (de Monseñor Pironio, a quien recordó) crea sentido de la unidad diocesana, de formar un solo cuerpo en el sentido de Iglesia, y de misión, de recargar nuestras convicciones, de multiplicar las energías para querer seguir transitando por este camino", subrayó.
AGRADECIMIENTOS DE BOLDRINI
En el cierre de la "invasión", el cura párroco de Santa María, Pablo Boldrini, agradeció a todos aquellos que ofrecieron su granito de arena para llevar adelante este desafío. "Detrás de esta 'invasión' estuvo la comunidad" expresó, lo que generó un espontáneo aplauso del público.
Recordó que fue un 25 de septiembre de hace un año cuando el obispo Marino le confirmó que la comunidad de Santa María había sido elegida sede de semejante acontecimiento por lo que desde entonces se trabajó intensamente para estar a la altura de la convocatoria.
Por último, dijo que "este año, el año de la misericordia, no entendíamos esto de misionar sin obras de caridad. Dios siempre se revelaba a través del gesto y de la palabra. Aquí hay gente que sufre, que está sola. Y me pareció bueno que los invasores, con ese Cristo joven que tienen, lleguen a esos lugares con su palabra. Así fue como recorrieron un hogar de ancianos, el Centro Geriátrico "Pinto", el Centro 'Arco Iris', la Sociedad de Protección a la Infancia y 'El Hostal de los Abuelos".