El último adiós en el Vaticano al Papa Francisco
El funeral del papa Francisco se celebró este sábado en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, ante la presencia de unos 250.000 fieles, entre los que se encontraban 50 jefes de Estado, 10 monarcas y más de 130 delegaciones extranjeras. Luego de la emotiva ceremonia, se procedió al traslado de su féretro a la basílica de Santa María la Mayor para su entierro. En tanto, desde las 10 de Argentina se celebrará una misa especial por el Papa en la Catedral de Buenos Aires.
La misa comenzó a las 10 (5 de Argentina) y estuvo presidida por el cardenal italiano Giovanni Battista Re. El rito siguió un esquema estricto que incluyó lecturas, homilía, oración universal, consagración del pan y del vino, intercambio de la paz, comunión y un momento de oración personal.
Entre los asistentes, hubo decenas de líderes internacionales: en las primeras filas destacaban Trump, Emmanuel Macron, Zelensky, los reyes de España, Felipe VI y Letizia, que encabezaban la delegación española, además de Javier Milei, el presidente de Argentina, junto a la delegación italiana liderada por Sergio Mattarella y Giorgia Meloni.
Entre los mandatarios latinoamericanos, también estuvieron el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el ecuatoriano Daniel Noboa, el dominicano Luis Abinader y la hondureña Xiomara Castro.
Tras el funeral, el féretro recorrió seis kilómetros por las calles de Roma, pasando frente al Coliseo y los Foros Imperiales, siguiendo en parte el antiguo trazado de la Vía Papalis. El cortejo fue está acompañado por un fuerte dispositivo de seguridad.
Durante la misa, el cardenal Battista Re recordó la misión de Francisco como guía de una iglesia que él consideraba como un “hospital de campaña”, siempre al lado de la batalla. A la “cultura del descarte”, él imponía la cultura de la fraternidad y la misericordia, ya que aseguraba que “ninguno se salva solo”. Sus palabras y el recuerdo de la insistencia de Jorge Bergoglio por la paz arrancaron aplausos entre la multitud, congregada en un respetuoso silencio bajo el sol de Roma desde varias horas antes.
“No os olvidéis de rezar por mí”, decía siempre Francisco. “Y ahora te pedimos que reces tú por nosotros, como el domingo pasado en esta basílica, en un largo abrazo a toda la humanidad”, exclamó Re, encargado de oficiar esta misa por las exequias del papa y cardenal no papable debido a su edad (91 años).