“El perdón es el verdadero regalo de la Navidad”
Días después de la celebración comunitaria realizada en calles 48 y 9 y en la antesala de la Navidad, Lucas D’Amico, líder de jóvenes de la iglesia evangélica Comunidad de Fe, reflexiona en una entrevista con El Diario sobre el sentido profundo de estas fechas, el mensaje de “Emanuel” y el valor del perdón como camino hacia la paz y la esperanza.
A pocos días de la celebración de la Agenda Emanuel, la propuesta navideña impulsada por la iglesia evangélica Comunidad de Fe que reunió a familias y vecinos en calles 48 y 9 con música, danza, arte y un fuerte espíritu comunitario, el líder de jóvenes Lucas D’Amico invitó a detenerse y reflexionar sobre una pregunta tan simple como profunda: ¿qué es lo que realmente festejamos en Navidad?
La jornada, que se desarrolló al aire libre y con una amplia participación de la comunidad, fue pensada como un espacio de encuentro abierto, donde la expresión artística y la celebración compartida funcionaron como puente para transmitir un mensaje de fe y esperanza. “Con música, danza, arte y mucho más, estuvimos festejando el nacimiento de Aquel que lo cambió todo”, resumió D’Amico, al poner en palabras el sentido de la celebración.
En ese marco, el referente juvenil planteó una reflexión honesta sobre una frase que suele repetirse en ámbitos de fe: “Dios tiene el control”. “Quienes creemos que hay un Dios muchas veces decimos eso, y lo creemos”, señaló, aunque reconoció que no siempre resulta fácil sostenerlo cuando la realidad golpea con fuerza. Enfermedades inesperadas, accidentes, pérdidas irreparables, pandemias o súplicas que parecen no tener respuesta suelen abrir un sinfín de dudas. “Ahí es donde nos preguntamos: ‘¿Dios tiene el control… de qué?’”, expresó.
D’Amico explicó que el sufrimiento cumple un rol revelador, en tanto desnuda la fragilidad humana y la ilusión de control que muchas veces se cree tener. “Si somos honestos, tenemos que reconocer que no lo tenemos, que nunca lo tuvimos. Pero hay que ser muy humildes para admitir que estamos rotos”, afirmó. Es, según su mirada, recién en ese punto donde se puede comprender que Dios sí tiene el control y que lleva adelante su plan sin retrasos.
Ese plan tiene un nombre: Emanuel, que significa “Dios con nosotros”. D’Amico recordó que este anuncio atraviesa toda la Biblia y fue formulado siglos antes del nacimiento de Jesús. En el Antiguo Testamento, el profeta Isaías anticipa: “La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará Emanuel” (Isaías 7:14). Ese anuncio, explicó, encuentra su cumplimiento en el Nuevo Testamento cuando el evangelio de Mateo retoma la profecía y la confirma: “La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros” (Mateo 1:23). Para el líder juvenil, el nacimiento de Jesús no es un hecho aislado, sino la confirmación de que Dios no permanece distante del sufrimiento humano, sino que se hace presente “aquí y ahora”, cumpliendo su promesa de acompañar a la humanidad.
En vísperas de la Navidad, D’Amico subrayó que el sentido profundo de esta celebración se encuentra en el significado de la palabra misma: Navidad es regalo. “El perdón es el regalo que Dios nos ha otorgado, aun cuando no éramos ni somos merecedores”, sostuvo. Para el líder juvenil, esa es la verdadera Agenda de Dios: venir a encontrarse con la humanidad, salvarla de su propio egoísmo y ofrecerle esperanza, bienestar y paz.
Sin embargo, advirtió que conceptos como felicidad, alegría o paz —tan habituales en los deseos navideños— no pueden sostenerse sin el perdón. “Si no hay perdón, no habrá felicidad. No hay paz cuando hay odio en el corazón”, afirmó, invitando a revisar los vínculos cotidianos desde una mirada más honesta y compasiva.
En ese punto, compartió una experiencia personal que marcó su camino espiritual. Relató un momento de profundo dolor con alguien cercano, en el que se sentía herido, indignado y sin fuerzas siquiera para orar. Fue entonces cuando surgió una pregunta sencilla pero transformadora: “¿Y si perdonas?”. Recordó así la enseñanza bíblica de vivir perdonando “70 veces 7”, entendiendo que el perdón no siempre es fácil, pero sí liberador.
“Dios con nosotros se hace visible cuando perdonamos”, expresó D’Amico, al señalar que perdonar permite experimentar la paz de manera concreta, en el presente. “Cada vez que perdonamos traemos al hoy lo que Dios hizo cuando nos perdonó”, explicó, aludiendo al corazón del mensaje cristiano.
Finalmente, el líder de jóvenes dejó un mensaje claro en la antesala de la Navidad: que estas fiestas sean una oportunidad para regalar perdón, buena voluntad y deseos sinceros de bien. “Que nuestros hogares, familias y amistades se llenen de verdadera felicidad y paz, con corazones encendidos por aquel Niño que vino a nacer y a transformarlo todo, siendo Él mismo el regalo del cielo para todos”, concluyó.
Así, la Agenda Emanuel, celebrada días atrás en Balcarce, trasciende el evento puntual y se proyecta como una invitación a vivir la Navidad desde su sentido más profundo: el encuentro, la fe y el perdón como camino de esperanza compartida.
