Una vieja modalidad, un nuevo robo
Parecería ser ya un clásico dentro del accionar delictivo el ingresar por los patios de casas donde viven adultos mayores, acceder al interior de la vivienda, reducirlos y robar.
Casi calcado como ocurriera en reiterados hechos fue lo que vivió en la madrugada de ayer el matrimonio Bustos, en su casa de calles 24 y 5.
De acuerdo a lo narrado por quien resultara víctima de este hecho, todo se desencadenó en la madrugada de ayer, alrededor de la 1,30 cuando ella y su esposo se hallaban descansando y de pronto se encontraron con tres sujetos que estaban dentro de la habitación.
"Era tres personas jóvenes, de no mucho más de 20 años, a cara descubierta, uno de ellos tenía un fuerte olor a alcohol", precisó la mujer señalando que después pudo comprobar que habían ingresado por el patio de la vivienda y tras abrir el ventiluz del baño, mediante una escalera utilizada para tal fin entraron a la casa sin que el matrimonio hubiese escuchado ruido alguno.
Bustos y su esposa fueron obligados a levantarse y dirigirse al living donde los hicieron sentar en los sillones mientras los malvivientes se encargaron de registrar especialmente el dormitorio y el living en busca de objetos de valor, especialmente dinero, generaron un importan te desorden en cada lugar en que revisaban.
"Uno de ellos (el alcoholizado) se mostró violento, agresivo, mientras los otros dos le decían que nos tratara bien, que podíamos ser sus abuelos", narró la mujer
El calvario del matrimonio duró casi dos horas. Los delincuentes se alzaron con una suma no precisada de dinero, teléfonos celulares, un reproductor de DVD y dos cuchillos.
Una vez finalizado su "trabajo", los malhechores se comunicaron telefónicamente con un cómplice a quien le avisaron que "se acercara con las motos", saliendo de la casa por la puerta principal, la que cerraron con llave desde afuera y se deshicieron de la misma.
Minutos después Bustos y su mujer abrieron la ventana del comedor y salieron por ella a la calle para pedir auxilio a los vecinos y dar aviso a la Policía que tras recabar los datos necesarios dio comienzo a la investigación en procura de esclarecer el hecho.
Asaltados en agosto
Bustos y su esposa habían resultado víctimas de un violento hecho delictivo el 7 de agosto de 2015. En aquella oportunidad, también durante la madrugada cuando él regresaba a su hogar fue abordado en la puerta de su domicilio por dos desconocidos que a punta de pistola lo obligaron a ingresar a la casa. Una vez en el interior de la misma despertaron y redujeron a la mujer que se hallaba durmiendo y en medio de fuertes maltratos logaron sustraerles una suma de dinero no precisada para de inmediato darse a la fuga. El robo nunca fue esclarecido.