Orgullo y aprendizaje en movimiento
Una semana después de haber presentado el auto en el Museo Fangio, la Escuela de Educación Secundaria Técnica N°1 “Lucas Kraglievich” volvió a ser noticia. Esta vez, por el resultado obtenido en el Eco Desafío 2025, donde el equipo de electromecánica y automotores logró el noveno puesto entre 133 escuelas de todo el país, en la competencia de resistencia, la más importante del fin de semana.
La directora Silvina Finamor fue la primera en tomar la palabra durante la conferencia realizada este jueves en la institución. “Hace exactamente una semana estábamos presentando el auto en el Museo Fangio con todas las expectativas de los estudiantes y hoy es momento no solamente de hablar de los resultados, sino también de que los chicos puedan contar la experiencia, cómo la vivieron, cómo la transitaron.”
Finamor destacó que detrás de cada logro hay un trabajo colectivo: “Este proyecto, si bien tiene caras visibles, cuenta con un cuerpo docente y un equipo institucional que ha trabajado arduamente. Es momento del reconocimiento y el agradecimiento a todos los que formaron parte y también a las casas comerciales que, como decimos siempre, son el soporte fundamental para que lo que se quiere concretar efectivamente sea posible”.
UNA EXPERIENCIA ÚNICA
Santino, uno de los conductores del vehículo, fue el primero en tomar la palabra: “Fue una experiencia hermosa, única. Fuimos 133 escuelas de todo el país y en la carrera principal salimos novenos. Fue un resultado espectacular. Yo sinceramente tenía bajas expectativas, pero superó todo lo que pensaba. Estoy muy contento y feliz de haber estado en esta experiencia.”
A continuación Germán, también piloto, explicó cómo se desarrollaron las competencias: “Competí en las dos carreras, la de duración y la de obstáculos. Pensábamos que no íbamos a andar tan bien, pero terminamos entre los mejores diez. La de duración era la más importante, duraba una hora y veinte y teníamos que intentar hacer el mejor tiempo posible. En la de obstáculos también, buscar hacer menos tiempo que los demás y quedar lo más arriba posible.”
Morena otra de las pilotos, contó su participación en el sprint femenino: “Eran dos vueltas al circuito. Tuvimos algunas complicaciones con el auto, pero se pudieron resolver y logramos completar la carrera. Fue una experiencia muy linda y estoy orgullosa de haber participado.”
TRABAJO, COMPAÑERISMO Y APRENDIZAJE
El relato de Bautista encargado de banderillas, aportó el costado humano de la travesía: “Empezamos un fin de semana complicado porque cuando llegamos nos agarró lluvia justo en la verificación del auto, donde se mide todo para que pueda pasar reglamentariamente. Tuvimos la mala suerte de que ese día lloviera todo el tiempo. Por suerte, el sábado el clima mejoró, no llovió más y salió el sol. Pudimos disfrutar del día a día con el equipo. Fue una experiencia única, algo que no se va a volver a repetir. Se formó un vínculo muy lindo entre nosotros: dejamos de lado las diferencias y nos unimos con el fin de representar a Balcarce y a la escuela para obtener este buen resultado, que fue increíble.”
Por su parte Francisco, integrante del equipo mecánico, expresó: “Estamos más que agradecidos con los sponsors y con todos los que nos acompañaron durante todo el año. Gracias a la Fundación Fangio, a Bernardo Zarategui, a la Cooperativa de Electricidad y a muchos más. En un momento pensamos que no íbamos a poder hacer el viaje, pero al final llegamos y fue hermoso. Nos unió como grupo, aprendimos mucho de la competencia e hicimos un buen tiempo. Dejamos lo más alto posible a Balcarce, que es donde nació Fangio. Para nosotros, haber logrado este puesto es un honor.”
Además, contó que gracias al aporte de los patrocinadores pudieron mejorar el auto: “Conseguimos baterías nuevas y pudimos comprar el kit que incluye un motor y un controlador, para poder seguir desarrollando el auto durante el año.”
“QUE DISFRUTEN TODO EL PROCESO”
Cuando se les preguntó qué mensaje dejarían a los próximos estudiantes que encaren el proyecto, Santino fue claro: “Que disfruten. Que sean organizados, pero sobre todo que disfruten todo el proceso. Es una experiencia que se vive una sola vez. Desde que entrás a la escuela esperás este viaje y vale la pena al ciento por ciento.”
“Revisar los detalles, las fallas, aprender de eso… vale totalmente la pena”, agregó Germán, acompañado por la aprobación del resto del grupo.
Finamor retomó la palabra para destacar el esfuerzo que hay detrás de cada paso: “Hay un montón de gente que hoy no está acá, pero forma parte del proyecto. Cuando los chicos se quedan hasta las diez de la noche haciendo la puesta a punto, revisando lo que falló, hay un equipo de profesores, de jefes de área, de gente que no se ve pero está. Nuestro agradecimiento infinito a todos ellos.”
Y agregó: “Siempre pensamos la escuela como un espacio para la formación de técnicos vinculados al sector sociocomunitario. Las empresas que acompañan son parte de ese entramado: retribuyen a la escuela con apoyo y acompañamiento. Además, muchos de nuestros estudiantes transitan sus prácticas profesionalizantes en esos lugares, donde aprenden y también aportan con su trabajo. Es una relación muy valiosa.”
MIRANDO AL FUTURO
Antes de cerrar la conferencia, los alumnos anticiparon lo que viene. “Yo estoy en sexto, me queda un año más, así que la idea para el próximo es quedar por lo menos entre los primeros cinco y hacer un modelo nuevo, un auto desde cero. Esa es la meta”, adelantó Santino.
Por último, el grupo completo expresó su gratitud hacia quienes hicieron posible el viaje y el proyecto: Fundación Fangio, Bernardo Zarategui, Cooperativa de Electricidad, Ferretería Picciuto, Chayé Hnos., Perforaciones Maitía, Procemac, Pedro Vega, Baterías Mateo, Teri Terra, Cabaña Los Pinos, Grow, New Holland, Tentaciones, La Carnicería, Vela Racing, Muñoz Electricidad, Minaudo Motos, Chiocarello Riegos, Almac y Mitidieri Electricidad.
“Gracias a todos los que confiaron en nosotros y ayudaron a que este sueño se hiciera realidad”, cerraron los estudiantes entre aplausos.
