"No podemos vivir tranquilos"
Desde hace poco más de tres años asegura vivir un verdadero calvario junto a su esposa y la criatura de ambos, de tres años de edad. Ha recurrido a la fuerza policial y a la Justicia y no logró hasta el momento una solución que ponga fin a la situación angustiante de inseguridad que padece.
Horacio David Nardiello, de 41 años, vive en el barrio Alborada. Se crió allí junto a su familia. Según relató a El Diario, superado por una situación que no hace más que causarle disgustos y una permanente preocupación por la seguridad de su familia y la de él es que decidió hacer público los hechos.
Exhibió como prueba de la situación que atraviesa el original de cada una de las denuncias radicadas en sede policial, de manera especial las que van de este año 2016 que ya fueron tres. La última, anteanoche, después de que uno de los violentos individuos lo amenazara de muerte exhibiéndole un cuchillo aunque, afirmó, "luego me dijo que no lo hacía porque tengo una hija de tres años".
Pedido para que actúe la Justicia
"Quiero que de una vez por toda la Justicie tome cartas en el asunto. No podemos vivir tranquilos con mi familia", admitió Nardiello, quien contó que en junio pasado, por ejemplo, otro de los violentos cruzó la reja y comenzó a insultarlo a él y su esposa. Previamente a este sujeto lo había denunciado el 1 de abril.
Consultado por los motivos acerca de los cuales existe este enfrentamiento, Nardiello explicó: "esta situación viene de hace unos tres años cuando le pegaron a mi madre. Es que junto a mi casa, identificada con el número 31, se juntan varias personas a tomar alcohol y a drogarse. En más de una ocasión he llamado a la Policía para que actúe. Quienes ahora me vienen amenazando se han enterado de mí accionar y es por eso que junto a los demás integrantes de mi familia venimos siendo objeto de amenazas. Ya no podemos vivir más así. Incluso puse en venta mi casa".
Ante los funcionarios policiales, el denunciante aportó algunas identidades de quienes lo amenazan y agraden verbalmente. "No son dos ó tres. A veces son diez ó más las personas que se juntan, muchas de ellas del barrio. Quiero que no se junten más frente a mi casa. Incluso estos sujetos son defendidos por sus familiares", agregó. Sostuvo luego que "generalmente se juntan después del mediodía o en horas de la noche porque a la mañana duermen. Perdí la cuenta de los llamados telefónicos realizados a la Policía pidiéndole ayuda. La realidad es que la gente en el barrio tiene mucho miedo".
Cuestionó más adelante el accionar de la fuerza policial por cuanto "no me ha dado respuestas. Seguimos viviendo con miedo. He ido a la Fiscalía y allí me dicen que ellos deben esperar la decisión del juez. He hablado con el jefe policial y con el Intendente, y no pasa nada. Entonces, si nos pasa algo los haré responsables a ellos".
Por último, Nardiello reconoció: "Tenemos temor. Queremos una solución. Me ven y me insultan. Uno no reacciona para no tener problemas pero anteanoche me amenazaron con un cuchillo. Todo tiene un límite".