En la cuarentena el Banco de Alimentos duplicó la cantidad de instituciones asistidas

En la cuarentena el Banco de Alimentos  duplicó la cantidad de instituciones asistidas

Desde la aparición del Covid 19 y las secuelas que va dejando la cuarentena iniciada  hace ya casi cinco meses la demanda de asistencia  desde los sectores más necesitados está en  una pavorosa escala ascendente.

La imposibilidad de trabajo de mucha gente está haciendo que el hambre irrumpa y castigue a familias que se ven obligadas a pedir ayuda cuando hasta no hace mucho tiempo podían valerse por sus propios medios.

En uno de los lugares donde  en mayor medida se percibe este significativo y preocupante crecimiento de la demanda es en el Banco de Alimentos, caja de resonancia de los comedores, merenderos, iglesias e instituciones que reciben y dan de comer a quienes lo requieren.

En el mes de abril, el presidente del Banco de Alimentos de nuestra ciudad, Javier Fornieles, en diálogo con El Diario, ya vislumbraba lo que podía suceder en los meses siguientes, sin imaginar entonces lo que se extendería en el tiempo esta situación.

Hoy la realidad golpea fuerte. De quince instituciones que eran asistidas por el Banco en la pre cuarentena, hoy  la cifra asciende a 29 a las que en breve podría sumarse otra que ya pidió entrar.

En el mes de marzo la cantidad de personas que recibían asistencia alimenticia ( por medio de las instituciones)  llegaba a 1.200, hoy suman 2.350.

Las cantidades  se han duplicado

No obstante, el Banco, gracias a la permanente ayuda que recibe desde diferentes sectores, está logrando responder sin sobresaltos a la demanda.

Así lo aseguró Javier  Fornieles resaltando que si bien en lo inmediato no hay inconvenientes para el abastecimiento, preocupa el mediano plazo, ya que no hay certeza de poder contar con la cantidad de alimentos necesaria.

«Hasta antes de esta situación, nosotros entregábamos unos 5.000 kilos de alimentos por mes. Ahora duplicamos dicha cifra, pero no es fácil conseguirlos, ya que la cadena de proveedores está muy saturada, y  tememos que muchos de ellos no nos puedan  seguir abasteciendo»  comentó sosteniendo que  no obstante confían en poder seguir cubriendo las necesidades.

En cuanto al grupo de voluntarios que integran el «staff» del Banco de Alimentos, también ha crecido. De los 10 que había a principios de año, ahora llegan a 17 las personas que se ponen al hombro el trabajo de recepción, acopio y entrega de productos.

Por supuesto que las puertas del Banco continúan abiertas para todos los que quieran sumarse.

«Es muy gratificante la tarea de ayudar al prójimo, no pagamos con plata, pagamos con una gratificación que el dinero no puede darnos», sostiene  Fornieles, reiterando, para cerrar la charla algo que sostuvo al comienzo de la cuarentena, su preocupación por que «los efectos del hambre no sean peores que los de la pandemia».