«Chocolate» amargo
Un llamado al teléfono celular en horas de la madrugada los alertó de que algo extraño había sucedido en la panadería y confitería "Chocolate". Martín Herrera y Lucía Orosco, propietarios del comercio que funciona desde hace algo más de dos años en la Av. Caseros. La indignación, la impotencia y la amargura invadió a ambos al conocer que desconocidos provocaron daños, ingresaron al comercio, generaron desorden y se apoderaron de 250 pesos que habían quedado para cambio en la caja registradora.
El hecho delictivo fue cometido a unos 200 metros de donde funciona la Comisaría de la Mujer. Según las víctimas, que hicieron la denuncia, un móvil policial pasó frente al local alrededor de las 5 y sus ocupantes no vieron situación irregular alguna aunque tanto Martín como Lucía tienen la convicción de que el robo fue cometido momentos antes.
EL "MODUS OPERANDI"
A juzgar por lo sucedido, los delincuentes no cesaron en su intención cuando la primera opción elegida para ingresar fracasó.
La secuencia fue la siguiente: sobre un terreno lindero al comercio, los desconocidos cortaron la parte inferior de un alambrado perimetral, entraron al terreno, se treparon a una construcción y con una toalla taparon un reflector encendido para que sus movimientos no sean advertidos.
Posteriormente, valiéndose de una barreta intentaron sin suerte violentar una gruesa puerta de rejas que permite la entrada a la cuadra donde se elaboran los panificados y confituras.
"Esa reja no la pudieron abrir. Por su tamaño, quien la construyó nos dijo en su momento que iba a ser difícil que la puedan forzar. Y así fue. Lástima que luego decidieron violentar una reja de una ventana, la cual consiguieron arrancar, y romper el vidrio de un ventiluz de pequeñas dimensiones por lo que quien ingresó por el hueco era un niño o una persona de contextura física delgada", contó resignada Lucía a
El Diario.
Saltando a través de las bolsas de harina que estaban allí ubicadas junto a la ventana, el desconocido, que contó con la ayuda de un cómplice al menos, pudo desplazarse hasta el sector de venta donde abrió la caja registradora y tomó unos 250 pesos que allí estaban guardados, además de provocar desorden en su desesperada búsqueda de más dinero u otros objetos de valor.
Finalmente, consumado el robo, los ladrones escaparon dejando abandonada la barreta sobre la vereda del local.
A primera hora de la mañana, un perito de la fuerza policial estuvo levantando rastros con el objetivo de poder obtener algún dato que permita identificar a los autores del hecho.
Dormir en la panadería para preservar los bienes
Desde que Martín y Lucía decidieron poner en marcha este emprendimiento productivo, en 2014, lamentablemente han vivido más de un disgusto en materia de inseguridad. Tal es así que, según confiaron a El Diario, en varias ocasiones han querido ingresar a robar a la panadería y confitería.
La situación más tensa la padecieron el pasado invierno cuando ambos decidieron, en salvaguarda de sus bienes, dormir en el comercio durante un par de semanas ante los reiterados intentos de robo.
"En este emprendimiento estamos generando más de una fuente de trabajo. Y cuando te ocurren estas cosas, te invade la impotencia porque no sabés qué hacer ni a quién recurrir en busca de una solución. Hemos pedido ayuda y no la encontramos. Por eso no nos quedó otra opción que haber dejado momentáneamente nuestra casa y tener que dormir en la panadería", relató Lucía.
- ¿Es insegura esta zona de la ciudad?
- Si, totalmente. Incluso no solo te quieren robar sino que amenazan a las víctimas como nos han comentado. Antes, a metros del comercio había operativos de control y nos sentíamos más seguros pero ahora no los hacen. No obstante, yo quiero creer en la Policía y en la Justicia. Claro está que te queda latente el miedo de que te vuelvan a robar.