Alberto Fernández, desde Jujuy tras visitar a Milagro Sala: "Le pido a la Corte Suprema que empiece a enmendar las barrabasadas que se hicieron”
Producto del crítico estado de salud de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, el presidente Alberto Fernández viajó a Jujuy para verla, y a su salida del Sanatorio Los Lapachos denunció su condición, y reclamó que "el Estado de derecho esté presente".
"Mi preocupación por Milagro Sala no es nueva", enfatizó Fernández en declaraciones a medios locales, al tiempo que remarcó que la líder social padece "una persecución política". En una clara crítica a la Corte Suprema, la justicia jujeña y al gobernador Gerardo Morales, el Presidente afirmó: "Prolongar detenciones preventivas y detener preventivamente antes de que la culpabilidad esté dispuesta son formas de violar los derechos humanos".
Tras su sopresivo viaje, el mandatario rememoró su visita a Milagro Sala, fechada el 31 de diciembre de 2016, que lo llevó a elevar infomes a la Organización de Estados Americanos manifestando que identificaba "una práctica persecutoria que se dinfundió" durante la gestión de Macri que implicaba el invento de causas, para "dejar a las personas incursas en delitos de asociación ilicita para impedir su excarcelación, y mantener a la gente privada de su libertad". Para Fernández, el precodimiento delimitado se contrapone al sistema legal argentino que se funda en el principio de inocencia hasta que se demuestre lo contrario, lo que supone la libertad hasta que haya una sentencia definitiva que disponga de la culpabilidad.
En la misma línea, resaltó el fallo de la Corte Interamericana en Derechos Humanos que dispuso que la líder de la Tupac Amaru cumpla su detención en su domicilio, y señaló que la decisión fue ratificada por la Corte Suprema de Justicia, a la que le pidió que "empiecen a enmendar las barbazadas que se hicieron".
"Al llegar de Alemania me enteneré que la salud de Milagro estaba expuesta. Quiero aclarar que hablo periodicamente, pero preocupado por su situación, y lo mio es una situación humanitaria, reclamo que el Estado de derecho esté vigente en todos los lugares del mundo. Cuando derrocaron a Evo (Morales), me ocupé de presevar su vida y sacarlo del país; cuando a Lula (Da Silva) fue perseguido me ocupé de viajar, verlo en la cárcel, pedirle al Papa que nos acompañe", amplió. (Télam)