Rindieron los fieles tributo a San Cayetano
Este lunes, desde las 8 de la mañana, su templo abrió sus puertas. Gran cantidad de fieles a lo largo de la jornada le rindieron tributo a San Cayetano, el santo de la paz, el pan y el trabajo, uno de los más venerados en nuestro país y representativos del pueblo argentino.
Antes del inicio de la jornada, el Padre Pablo Etchepareborda, párroco de la Iglesia San José, lanzó algunos conceptos sobre la pleitesía al santo del trabajo.
“La jornada la comenzamos a partir de las 8 de la mañana con la apertura del templo, es un día como todos los de San Cayetano, lindos y muy intensos. Con la gente que llega, que pasa, que pide la bendición, que se lleva algún recuerdo para su familia y al mismo tiempo el rogar por el trabajo, pedir y agradecer por el que se tiene.
Al mismo tiempo, este año San Cayetano tiene que trabajar para mover a los gobernantes, a los empresarios, para volver a la cultura del trabajo y dejar la idea de que la gente dependa de un plan, que puedan encontrar la manera de trabajar dignamente”.
Devoción
Particularmente en nuestro país, San Cayetano es muy venerado, y respecto de esta cuestión el Padre Pablo, señaló: “San Cayetano es muy venerado, en Italia por ejemplo, donde vivió se lo reconoce más que nada por la reforma del clero. En su época hizo una especie de congregación donde llevó a cabo esta reforma y el servicio a los más necesitados.
Acá en Argentina, su figura estaba en una capilla en Liniers, era de un colegio y ahora es una Parroquia. En aquel momento alguien fue a pedir porque necesitaba trabajo y consiguió una muy buena cosecha, por lo que se fue difundiendo. De ahí surge lo que es el pan y el trabajo. Ahora también se le suma la paz, esas tres cuestiones se le piden a San Cayetano”, concluyó el Padre Pablo.
Procesión
Ante de la misa de la tarde, a las 15, se realizó la tradicional procesión desde la capilla por distintas calles del barrio, que fue acompañada por cientos de personas. Antes del inicio el Padre Pablo bendijo las plantas de trigo de los feligreses que se sumaron a la caravana.
Jornada incesante
Durante toda la jornada fue incesante el paso de vecinos de la ciudad que dieron muestras de fidelidad a San Cayetano, se acercaron a su imagen para tocarla o simplemente rezar ante ella en pedido de sus deseos de trabajo o agradecimiento por él.
Por otra parte, como se realiza habitualmente en eventos de este calibre, se concretó la venta de santería y comestibles varios elaborados por miembros de la comunidad de la capilla. Lo recaudado, será para las actividades múltiples que se realizan en el lugar.