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Como se informara ayer, una docena de agentes municipales que desarrollan su labor en el área de Inspección General entregaron una nota firmada al intendente Esteban Reino y a la conducción del STM sosteniendo haber sufrido por parte del titular del área "maltrato y/o destrato" así como ser víctimas de "acoso laboral".

A la vez se hizo una presentación ante la delegación local del Ministerio de Trabajo bonaerense para que tome cartas en el asunto a la brevedad.

Mario Luna salió al cruce de dichas apreciaciónes a las que desmintió rotundamente.

Explicó que el tomó conocimiento de dicha denuncia cuando se la hicieron leer Mario Santángelo y Jorge De Piano (STM), tratándose en ese momento de una nota anónima ya que carecía de firmas.

Con respecto a lo que se expresa en la misma, dijo que se trata de "objeciones absurdas", añadiendo que se vio sorprendido sobremanera dado que "en ningún momento" ningún integrante del personal le había manifestado personalmente alguna disconformidad

Al preguntarle qué sintió ante esta situación, dijo: "Tengo una mezcla de sensaciones. Primero porque estamos hablando de personas adultas. Llevo 27 años en la municipalidad, 26 años tuve personal a cargo en forma implícita o explícita. Jamás me tocó pasar una situación como esta. Llegué a Inspección General en marzo de 2015 y en los primeros meses cumplí la función de un empleado más. Hoy me sigo considerando un empleado más. Mi función es circunstancial, de acuerdo al organigrama es un cargo político, pero soy un empleado más". A lo mejor, mi manera de trabajar, el seguimiento sobre las cosas, molesta. Me parece que el hecho de saber lo que hacen los empleados es una obligación porque si no, no existiría razón de ser de que hubiese una dirección". ¿Está mal, por ejemplo pedir un parte diario con las tareas que se hicieron? preguntó y se preguntó Luna.

En cuanto a cómo es la relación con el personal a su cargo tras estas denuncias, el responsable de Inspección general manifestó que "la relación para con ellos es obvio no es el beso de todos los días, pero no estamos distantes", considerando que todo hubiese sido diferente de haberse planteado en un diálogo entre las partes, algo que nunca ocurrió.

Sobre la vehemencia con la que suele decir las cosas y el tono de su voz, Luna recordó que si bien ahora lo consideran como un maltrato o un acoso laboral, "cuando Mario Luna fue delegado del personal, cuando participaba en la redacción del escalafón en 2005, cuando discutía en La Plata, en Balcarce o donde fuese, mi tono de voz era el correcto, era con el que se sentían representados… y hoy molesta".

Puntualizó que todo esto no va a modificar en nada su forma de trabajo y su trato para con el personal ya que, afirma " en ningún momento maltraté al personal".

A l consultarle si está prevista alguna reunión con los empleados a su cargo para abordar estos temas, señaló que de acuerdo a lo que tomó conocimiento

"Hay una denuncia hecha en Trabajo y en el Ejecutivo. En este último se inició un expediente. Mi superior es el Secretario de Gobierno y él determinará las acciones a seguir. Yo tengo la respuesta a cada uno de los cuestionamientos que se hacen. Cuestionamientos o afirmaciones que faltan a la verdad. Son falsas acusaciones, mendaces, motivadas por algunas situaciones particulares. Soy responsable de lo que hago y lo que digo", puntualizó defendiendo su trabajo al sostener que entiende que está siendo útil con su labor

"Entiendo que el contribuyente de Balcarce dejó de ser rehén de situaciones de clandestinidad y todo el mundo se está poniendo en regla y eso es lo que le da mejor calidad al ser humano. En el resto, yo soy el mismo de siempre, mi responsabilidad es otra, pero soy el mismo de siempre, no soy un inventado" afirmó.