Diseñó el INTA Balcarce un nuevo sistema para la protección de los granos almacenados

Diseñó el INTA Balcarce un nuevo sistema  para la protección de los granos almacenados

Ricardo Bartosik (izquierda) y Diego de la Torre, especialistas en poscosecha del INTA Balcarce

El almacenamiento de los granos no es un tema sencillo ni una tarea pasiva. Todo lo contrario. De hecho, la calidad de los granos se ve amenazada por la proliferación de hongos a causa de la alta humedad (grano húmedo, filtraciones de lluvia, problemas de napa), presencia de impurezas o la infestación con insectos que inician focos de actividad biológica a expensas de los granos. Una vez iniciados estos procesos se retroalimentan y aceleran, dañando seriamente la calidad de los granos si no se detienen a tiempo.

Por tal motivo, la detección temprana permite instrumentar las acciones necesarias para evitar daños o pérdida en la calidad del grano. Para conservar la calidad de las 100 millones de toneladas de granos que se guardan anualmente en esas grandes estructuras, que llegan a superar las 15.000 toneladas de capacidad, es necesario recurrir a la tecnología. En este punto, el monitoreo permanente es necesario para resguardar la calidad del producto almacenado.

“La medición de la alteración de la concentración de gases en el aire intergranario puede ser utilizada para determinar el nivel de actividad biológica”, señaló Ricardo Bartosik, especialista en poscosecha de granos del INTA Balcarce, y agregó: “El aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera intergranaria indica que hay actividad biológica y, por lo tanto, un riesgo inherente para la conservación de la mercadería. Una alerta temprana permite una acción a tiempo y evita pérdidas de calidad y económicas”.

SISTEMA DE MONITOREO AUTOMATICO

Por esto, el INTA local, junto con Ingeniería Electrónica Argentina (IEA), diseñó un sistema automático de monitoreo de granos almacenados, mediante la medición de dióxido de carbono del aire barrido por aireación. “Entre otras cosas, permite identificar la presencia del foco de los granos en riesgo”, indicó Bartosik quien añadió que, gracias a que el sistema está integrado por una serie de sensores de última generación que se ubican en el techo del silo, no son afectados por las condiciones climáticas, son de muy fácil mantenimiento y brindan información robusta de forma totalmente automatizada. “CO2NTROL protege alimentos, como lo son los cereales y oleaginosas, y aumenta las ganancias de los acopiadores; su instalación es sencilla y de bajo costo”, subrayó.

El sistema desarrollado utiliza el equipo de aireación existente en un silo, que habitualmente cuenta con un ventilador, conductos de aireación y salidas/entradas de aire en el techo. Con esto, la circulación de aire, cuando se enciende el ventilador, genera una corriente que reemplaza el aire intergranario confinado en la masa de granos, que es conducido hacia los sensores de CO2, los que registran su concentración, independientemente de la ubicación del foco en la masa de granos.

“Este punto es quizás uno de los que le aporta más eficiencia a nuestro desarrollo, complementándolo con la termometría”, indicó Bartosik quien puntualizó que con la medición de dióxido de carbono se recibe una alerta temprana, que permite detectar el foco en menos de 24 horas desde que empezó.

COMPLEMENTO INDISPENSABLE

La termometría, por su parte, detecta aumento de temperatura en una zona puntual de la masa de granos y da una idea más general sobre la localización del problema. “El calor generado por actividad biológica se mueve mucho más lentamente que el dióxido de carbono, que es un gas. Esto atenta directamente con la posibilidad de detectar de manera temprana problemas de conservación con la termometría. En tal sentido, la complementación de los sistemas de medición (termometría con CO2NTROL) permite detectar el problema de manera anticipada, como así también revelar su ubicación”, subrayó Bartosik.