No existen los límites cuando se sueña en grande
A días de haber desembarcado en el país, Francisco Eizaguirre contó en una entrevista con El Diario cómo vive la nueva etapa en su carrera como cantante. De sus comienzos en los escenarios de canal 13, pasando por obras de teatro musical, con artistas de renombre como Aníbal Pachano o Flavio Mendoza, hasta llegar a cantar en cruceros que recorren el mundo.
¿Qué define el éxito de un artista? Desde que existe el negocio de la música, los cantantes se han tenido que adaptar con el paso de los años a las tendencias y avances digitales del momento. La industria musical avanza y los artistas parecen luchar por permanecer en las listas de reproducciones más escuchadas de Spotify o generar vistas y likes en Tik Tok. Estos números parecieran ser un indicador de éxito, pero no para el balcarceño Francisco Eizaguirre, que no se vuelve loco por ingresar en un mercado impulsado por algoritmos y se puede dar el lujo de decir que hoy, a sus 32 años, ha alcanzado el éxito, vivir y disfrutar de lo que más ama, la música.
Comedias musicales junto a grandes artistas del país como Anibal Pachano y Flavio Mendoza; realitys de televisión como «Soñando por cantar», «Bailando con las Estrellas» o «Cantando por un sueño», forman parte del vertiginoso recorrido artístico de Francisco y momentos que marcaron su carrera. Se define como un artista versátil, que puede desenvolverse como cantante, bailarín y actor. En estilos diferentes, siempre mostrando personalidad, pasión y amor por el arte. «La voz es el espejo de mi alma, el cantar para mi fue siempre muy sanador», expresó Francisco a El Diario.
El artista balcarceño relató que desde muy joven se tomó el canto como un hobbie, a los 17 años se fue de su ciudad natal para comenzar las licenciaturas de Biología y Terapia Ocupacional en la Universidad de Mar del Plata, pero siempre con su corazón puesto en la música. «Una compañera de la facultad me habló sobre un casting para «Soñando por Cantar», un reality que se emitió en canal 13, y me preguntó si me quería anotar. Hace casi 15 años atrás la televisión era otra, aquel programa medía mucho rating y era una locura la repercusión que tenía en el país. Al principio no me animaba, pero al final dije ‘vamos’, y me anoté. Quedé en el casting y empecé a pasar etapas en el programa hasta llegar a instancias finales. Fue mi primera experiencia arriba de un escenario y frente a tanta audiencia, nunca antes había cantado en vivo. Volví a los estudios pero mientras cursaba la carrera empecé a cantar en cumpleaños de 15, en eventos, desfiles y comedias musicales», indicó.
LA VOCACIÓN DE SER ARTISTA
«Hasta ese momento me lo tomaba como un hobbie, hasta que gracias a Dios empecé a trabajar de la música y se me fueron abriendo puertas», mencionó. Valeria Lynch, que fue jurado en «Soñando por Cantar», le ofreció a «Fran» una beca para estudiar en su academia, en la cual estuvo durante tres años. En paralelo, surgieron propuestas musicales que lo obligaron a radicarse en la ciudad de Buenos Aires, donde tuvo la oportunidad de audicionar en la academia de teatro de Ricky Pashkus y Julio Chávez, donde también obtuvo una beca por cuatro años. «Siempre fui un poco desapegado, por eso no me costó el hecho de irme de mi ciudad e instalarme en otro lugar», agregó.
«Me fui a Buenos Aires y a los dos meses que arranqué la carrera en la academia entré a otro reality en canal 13, un programa de talentos de jóvenes llamado ‘Dos al éxito’, una competencia de canto dentro del programa ‘Tu mejor sábado’, que era conducido por Zaira Nara y Diego Pérez. Era como una una especie de High School Musical, con muchos chicos que tenían mi edad y la ilusión de estar en la tele al igual que yo, me sentía en familia», relató.
«Por más que mis padres en su momento querían que estudiara una carrera, yo era consciente de que quería vivir del arte y en eso me bancaron. Desde hace 15 años nunca hice otra cosa que no esté vinculada a la música, cantando en diferentes estilos, ya sea lírico, ópera, rock, pop, solo, con bandas, incluso en otros idiomas, como inglés, italiano, ¡hasta japonés!. Este es mi trabajo, si bien siempre tuve como ese rasgo artístico en mi personalidad, al principio no me imaginaba que podía vivir de esto y de repente se me han abierto un montón de caminos. Antes quizás tenía en la cabeza que del arte no se puede vivir, hoy gracias a Dios he logrado cosas que nunca se me cruzaron por la mente que podía alcanzar. Como haber cantado en el teatro Colón protagonizando el musical de American Idiot de Broadway (Green Day), frente a toda una orquesta, es muy loco», señaló.
«Cuesta sentir que uno puede vivir del arte, es cierto que a veces necesitás una cuota de suerte, pero hay que trabajar para eso, yo sigo estudiando, me sigo formando y preparando. Siempre hay que ponerse en la cabeza que se puede lograr lo que uno quiere, a veces hay más oportunidades, a veces menos, pero todo se puede lograr, y si no se puede, bueno... de eso se trata la vida, de seguir intentando», enfatizó.
«Hoy, un poco más grande, me pasa que quiero estar más tiempo con mi familia, sobre todo este año que estuve mucho tiempo afuera, en otros países. Además viví situaciones personales que me hicieron acercarme mucho más a mis seres queridos, con los años siento que es otro apego el que tengo por ellos», añadió «Fran».
CRUZANDO FRONTERAS
Cuatro años atrás, impulsado por las ganas de cruzar fronteras con la música, Francisco arribó a México para instalarse un tiempo en el balneario paradisíaco de Playa del Carmen, con el sueño de continuar con su arte allí. «Con un amigo marplatense empezamos a hacer música tocando en muchos lugares de la Riviera Maya, una zona turística de México. Se me presentaron varios contratos de trabajo en Ciudad de México, por lo que me fui a vivir allá. Formé una banda y salimos a hacer giras por todo México. Anduve por Guadalajara, Monterrey, Querétaro, Potosí y otros estados durante un año. En México empecé a establecer contacto con artistas nacionales que están radicados allá, las grandes productoras de música tienen sus estudios en ese país, es por eso que hay más salida laboral y funciona como una gran pantalla para mostrarte al mundo», contó.
Francisco decidió dar otro paso, quería salir un poco de México y probar suerte en otros países, esta vez la oportunidad se presentó a través de la agencia italiana ShowUp. «Me contratan para ser el cantante principal para un crucero del MSC «Bellísima», que recorre todo Asia. Eso implicaba un montón de cosas, seis meses fuera de casa, muchas emociones mezcladas, un mundo nuevo. Soy una persona que está todo el tiempo en movimiento, no termino de instalarme en un lugar y ya me quiero ir a otro lado, así que dije que sí. Estuve un mes ensayando con un equipo de cantantes, bailarines y actores de todo el mundo en Cesena, Italia. Volamos a Honk Kong y me embarqué seis meses en un recorrido por todo Asia. Visité Taiwán, Vietnam, Corea del Sur, China y Japón», relató.
«Conocí un montón de países, islas, lugares emblemáticos de Asia y demás, y al mismo tiempo hacía shows, todos totalmente distintos, en español, inglés, italiano y japonés. Cantando, bailando y actuando, con músicos que tocaban en vivo, cantantes, bailarines y artistas aéreos de todo el mundo». El balcarceño comentó que vivir en el barco es un tema aparte, «es otro mundo». «Al principio es difícil acostumbrarse a tener la vida de un marinero, el barco se mueve mucho, escuchás ruidos todo el tiempo, caminás y ves cómo la gente se marea y se cae en un pasillo. Después te acostumbrás, entendés que tu casa es el crucero y no podés salir a pasear, es tomar un pasillo e ir a otro piso a comer o a presentar un show. Es muy loco todo, un día te acostás en Taiwán y te despertaste en Corea del Sur. No solo la vida en el crucero es un flash, los shows también, arriba del escenario sentís como se mueve el barco y el escenario. Fue una experiencia única, por momentos tétrica y muy flashera, pero maravillosa», dijo «Fran» sonriendo.
QUÉ DEFINE EL ÉXITO
Francisco no define el éxito solo por las posiciones en las listas de reproduccion o las ventas de discos, se trata de conectar con el público, mantenerse fiel a su identidad artística y por sobre todas las cosas amar lo que uno hace, sin importar en qué lugar te posicione. »Hace 12 años que estoy en esto pero siento que toda mi vida estuvo marcada por la música. Gracias a Dios, casi todo lo que me propuse hacer con la música, lo hice. Claro que tuve frustraciones pero no me rendí ante la primera dificultad, todo se logra con esfuerzo y trabajo. Si uno se queda en la casa esperando que las oportunidades se le presenten solas nunca vas a cantar en ningún lado, hay que salir a pelearla. Y algo que me parece importante, no confundir cuál es el concepto de éxito. Hoy hay muchos pibes que quieren vivir del arte y lo tienen todo en un click ya sea en Tik Tok o en Instagram, eso ya es otro camino. Se confunde el querer el éxito inmediato con realmente vivir de lo que uno ama, hay muchas aristas en el arte, muchos caminos. Si vos realmente amás lo que hacés no te importa en qué lugar te posiciona», remarcó.
«Uno de chico siempre sueña con que su voz sea escuchada en todo el mundo y hoy puedo decir que lo conseguí. Está bien, quizás no soy famoso, nunca saqué un disco pero canté en muchos lugares que nunca me hubiese imaginado y para gente de todas partes del mundo. Mi voz fue escuchada por gente de Latinoamérica, Estados Unidos, Europa, Asia, y eso me da mucha satisfacción, no hace falta pegarla con un video en alguna plataforma y ya está, el arte no va por ahí», mencionó.
BALCARCE, SIEMPRE PRESENTE
Mencionó que tanto el Club Leo como el Club de Leones de Balcarce lo marcaron mucho y lo conectan con su infancia y su juventud en nuestra ciudad. «Fueron un pilar fundamental en todo, en mi vida personal y profesional. Parte del liderazgo que tengo que tener para poder trabajar de esto lo formé gracias al club Leo que me dio un montón de herramientas para desenvolverme en la vida. En este último viaje, estando en Taiwan, vi un camión que decía «Lions Club International» y me largué a llorar. Me trajo muchos recuerdos, de mis amigos del club, de las veces que visitamos al Hogar de Ancianos «La Merced», a Protección a la Infancia. Por ellos en su momento estudié Terapia Ocupacional, siempre estuvieron muy arraigados a mi».
En enero, Francisco volará a Miami para ensayar durante un mes para su próximo crucero que será por Norteamérica y el Caribe. Pero antes, quiere pasar las fiestas junto a su familia y seres queridos aprovechando el receso. Sobre el final de la nota agradeció a toda la gente que desde un inicio lo apoyó y lo ayudó a alcanzar su sueño. «A mi familia y a los que me bancaron siempre, a mis amigos y a los medios de comunicación. Todos siempre quieren saber por donde ando y yo estoy en contacto con todos. También me pone feliz ver que otros balcarceños se destacan cada uno en su rubro. Estoy orgulloso de ser balcarceño, en cada lugar siempre digo de donde soy. Cuando regreso no estoy mucho, porque muchos de mis amigos ya no viven acá, y también porque todo el tiempo estoy moviéndome. Pero siempre tengo lindos recuerdos, mi vida en Balcarce fue hermosa», concluyó.