Llega a Balcarce «La memoria que habitamos», el film marplatense que reivindica la lucha universitaria de los ‘70
El próximo 30 del corriente mes se presentará en Balcarce «La memoria que habitamos», una película documental marplatense que se estrenó en noviembre del año pasado en el marco del 37° Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. El film narra el crimen de la estu-diante Silvia Filler en diciembre de 1971, en donde una patota de la CNU (Concentración Nacional Universitaria) entra en una asamblea estudiantil del Colegio «Arturo Illia» y dispara a mansalva, llevándose la vida de la joven marplatense.
El Diario dialogó con su director, Diego Ercolano, para conocer detalles acerca del trabajo detrás de cámaras de esta producción, y el motivo que lo impulsó a reconstruir la historia de Silvia, quien hoy representa un ícono en la lucha estudiantil marplatense. «El caso de Silvia Filler nos pareció un historia importante de reconstruir, porque es como un hito en la Universidad y en la ciudad de Mar del Plata, es un hecho representativo de la vida universitaria de los 70», explicó Ercolano.
Si bien ya había trabajado en proyectos audiovisuales en distintos formatos, esta película significaba para Erlocano la mejor oportunidad para empezar su camino en el largometraje. «El proyecto contó desde un principio con el apoyo de la Universidad Nacional de Mar del Plata y la familia de Silvia, Lila y Marta, que son sus hermanas. Federico Pollero, quien fue el encargado de la investigación del caso, fue el que me acompañó desde el inicio en el proyecto. Siempre tuvimos la idea de hacer un largometraje de ficción, no un documental propiamente dicho. Con Federico le contamos a Lila y Marta qué idea teníamos de la película, les alcanzamos un trabajo previo audiovisual y les gustó. A partir de ese momento el proyecto tomó otra forma y nos decidimos a hacerla, porque teníamos un compromiso con ellas», sostuvo el director marplatense.
«LA MEMORIA QUE HABITAMOS»
En la película, las hermanas de Silvia Filler, junto al periodista Federico Polleri, se lanzaron al desafío de retomar la investigación del crimen de la joven estudiante marplatense ocurrido el 6 de diciembre de 1971, en una asamblea universitaria. A medida que conversan con familiares, historiadores y testigos presenciales buscan recomponer algunas de las escenas del caso, incluyendo el escenario del homicidio. Para esto, durante el rodaje contaron con la participación de un proyecto de teatro de jóvenes estudiantes del Colegio «Arturo Illia».
Silvia Filler era estudiante de la entonces Universidad Provincial de Mar del Plata y estaba participando de una asamblea en donde hoy funciona la sede del rectorado -en el aula magna que actualmente lleva su nombre-, cuando integrantes del Centro de Estudiantes de Arquitectura Unidos (CEAU) comenzaron a insultar a quienes llevaban adelante el encuentro y en el momento de mayor tensión parte del grupo salió corriendo en busca de una patota que esperaba en una casa a media cuadra de la facultad. En medio de una situación de desorden, dispararon contra los estudiantes, causando la muerte de Silvia Filler, quien recibió un tiro en la frente.
«Hay dos cuestiones importantes que tuvimos en cuenta a la hora de realizar un trabajo como este, una tiene que ver con la historia de la Universidad de Mar del Plata, que es un tema que nos atraviesa y mucha gente conoce en Mar del Plata. Y también nos atraviesa a nosotros como realizadores, hablar de los años previos a la dictadura resultaba algo muy interesante. Ver qué pasaba antes de lo que llamamos la última dictadura militar, en donde ya se estaba gestando un clima de violencia paraestatal y paramilitar que era muy interesante de reconstruir, el caso de Silvia nos permitía eso. Y después, yendo al relato de la película, el que los estudiantes participen de eso también motivó un montón porque era el traerles a ellos ese compromiso con la reconstrucción. Nos parecía que eso enriquecía mucho», señaló Erlocano.
PROCESO DE PRODUCCIÓN Y RODAJE
El proceso de producción comenzó en septiembre del 2020, si bien Ercolano y Polleri ya habían empezado a trabajar antes en la historia, en ese momento decidieron que iban a contar desde adentro, con los aportes familiares. «El tratamiento previo ya tenía algunos elementos formales de la historia, pero había muchos datos que no teníamos que se sumaron. La investigación ya estaba hecha, incluso las escenas con los familiares, que después de tener el ok de las hermanas esas escenas se fueron enriqueciendo. Después surgió la idea de sumar a los estudiantes del Colegio Illia que también son protagonistas, son una pata importante de la película», afirmó el director.
«Los chicos se comprometieron mucho, son estudiantes de quinto y sexto año y muchos de ellos tienen la misma edad que Silvia en aquel momento. Hicieron un gran trabajo junto a su profesora de teatro, Belén Maneta. Los chicos se pusieron en la piel de los estudiantes de aquella época para representar escenas de momentos previos al crimen y de la asamblea», continuó Erlocano. El 6 de diciembre de 1971 una patota de la CNU, entra al colegio, dispara a mansalva y matan a Silvia.
«Se hizo un trabajo de reconstrucción del lugar donde se hizo la asamblea - que hoy se llama «Aula Filler» y funciona el rectorado - tal cual estaba en 1971, a partir de fotos de archivo. El equipo de Juan Echeverria y Rosana Cassataro reconstruyó todo tal cual estaba, incluso con las pintadas. La participación de los chicos fue fundamental, hace que la película le hable a los jóvenes de hoy y aparte le da una frescura que un documental histórico no tiene. Lo saca de lo estático del documental, es mucho más dinámica y tiene que ver con la historia de la juventud. Silvia, al igual que sus amigos tenían solo 18 años, algunos militaban y otros no, pero todos tenían sus ideas. Ella no militaba, pero la violencia la alcanzó igual».
El director destacó el trabajo de Lila, una de las hermanas de Silvia Filler, quien fue una pieza fundamental para hacer la película. «Ella participó en muchas escenas, y estuvo siempre en contacto con los chicos del «Illia». También formó parte de las escenas de investigación, es una de las protagonistas. Le puso el cuerpo y mucha fuerza al rodaje porque había escenas difíciles, estábamos contando la historia de su hermana. Estamos agradecidos y felices con Lila, sobre todo de conocerla. Hoy participamos de todas las funciones, ella siempre nos acompaña. La buena respuesta que tuvo esta película es como una retribución hacia lo que ella hizo. Me gusta que pase eso con el público porque es un agradecimiento a su valentía por haber encarado este proyecto, y creo que está feliz con el resultado», remarcó Ercolano. El proceso de postproducción terminó en julio de 2022 y presentada para el festival de Mar del Plata, en donde quedó seleccionada para su 37º edición.
PRIMEROS PROYECTOS DEL DIRECTOR
Diego Erlocano estudió realización y dirección en la ENERC (Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica) de Buenos Aires. Ganó una beca y estudió en la Escuela Internacional de Cine en San Antonio de los Baños, en Cuba. Hoy es docente en la Facultad de Arquitectura, en Tecnicatura Universitaria de Realización Audiovisual junto a Federico Polleri, con quien trabaja en la misma cátedra. «Vengo trabajando desde hace 20 años con distintos formatos, tanto en largometraje como documental, pero siempre en cine. Esta fue mi segunda producción en formato largo, la primera fue Finisterre, que narra el retorno de Laura, mi abuela, a su pueblo natal de Galicia. Es una película que habla sobre la inmigración, pero es personal, porque habla del retorno de mi abuela a su pueblo natal, 60 años después de haber venido a Argentina. Yo la acompaño en ese viaje y ahí se desarrolla la película. También trabajé en otros documentales, tocando temas sociales y políticos con un tinte más dramático, aunque también trabaje en otros proyectos más ‘luminosos’», comentó Ercolano.
RECORRIDO POR FESTIVALES
El 10 noviembre se cumple un año desde la primera proyección de la «Memoria que habitamos», en el Festival de Mar del Plata. Se proyectó en el teatro Colon de la ciudad costera en tres oportunidades, todas ellas a sala llena. «De hecho quedo gente afuera, había muchas ganas de ver la peli en Mar del Plata», destacó el director. «La devolución de la gente siempre es buenísima. Generalmente se arma una charla posterior a la proyección y esta bueno porque la gente queda conmovida, algunos aportan su experiencia de esos años y los jóvenes se involucran y se arman debates, esperemos que eso pase en Balcarce también», agregó.
Después de la primera presentación en Mar del Plata la película empezó a girar por distintos festivales, obtuvo el premio a mejor guion en el Festival de Ushuaia, menciones en el festival DOCA de Buenos Aires, en Tandil, Bolívar y La Plata. «Próximamente tenemos una presentación en Trieste, Italia, y más adelante se va a proyectar en Madrid y Barcelona», continuó. Cabe mencionar, que la película también se estrenó en el espacio INCAA de Mar del Plata en septiembre de este año. En nuestra ciudad, la proyección se producirá el lunes 30 a las 19.30, en Av. Favaloro 785.
«La película se universaliza bastante, que eso es algo que nos sorprendió para bien, porque era una de las dudas que tenía al comienzo, cómo iba a funcionar en Mar del Plata y después como iba a ser la primera proyección afuera de la ciudad. La primera fue en Ushuaia y yo no sabía que iba a pasar, por suerte la gente la tomó como una película más que habla de lo que pasó en Argentina en aquellos años. Me gusta que la película funcione y que lo haga por los jóvenes y más en una época en donde los discursos de odio se ven más seguido. Lo que le pasó a Silvia, podría haber sido una alarma para preguntarse en aquel momento que está pasando. Por qué grupos apoyados por el Estado empezaban a matar gente que no pensaba igual, y no fue una alarma. Hoy, muchas veces suceden cosas que también podrían darnos la pauta para decir ‘paremos un poco’. La violencia debería hacernos un poco más de ruido y me parece que por momentos la gente se olvida de lo que pasamos, la película pretende reflexionar sobre eso», concluyó el director.