Inolvidable experiencia en Mundial de Escopeta
Días atrás culminó la participación de Carlos Amunategui en el Mundial de Escopeta, en la ciudad de Pattaya, Tailandia, en su carácter de integrante de la Selección Argentina, recogiendo una gran experiencia desde todo punto de vista.
Integró el equipo junto a Adrián Alé, Nasif Alé, Damián Cervero, Daniel Staltari, Eduardo San Miguel, Rodrigo San Miguel, Mario Vargas y Carlos Saumell. En su caso, tomó parte en la categoría Estandard Manual, que es la escopeta de repetición manual, siendo el único exponente albiceleste en esa especialidad.
«Fue todo fantástico, una experiencia muy buena, inolvidable. No tenía conocimiento de todo el operativo que hay que hacer para llegar a Tailandia. Las armas, el ingreso a la aduana, la organización del evento fue fantástica, la cantidad de gente que hace la misma actividad que uno en el mundo… fue una muy linda experiencia, salió todo perfecto gracias a Dios»
CON DIFERENCIAS
Enlistados dentro de la Federación de Tiro Práctico que rige la actividad a nivel nacional, el elenco argentino evidenció algunas diferencias con otros de sus pares en plena competición, pero ello no impidió que su paso por tierras asiáticas les dejase vivencias enriquecedoras a quienes allí fueron.
«En resultados, lamentablemente estamos atrás del resto del mundo. Nos falta mejorar mucho, practicar más, entrenar tanto en individual como en equipo», citó.
De todos modos, la experiencia recogida al participar de la máxima cita ecuménica fue lo que se trajo consigo, al igual que sus compañeros. «Más que eso no hay, ahí están los mejores del mundo, seguramente con apoyo financiero y otro tipo de infraestructura que nosotros no tenemos. Haber estado en ese nivel te dan ganas de seguir, de mejorar. Se puede llegar, pero lógicamente cuesta», añadió el tirador local.
FISICO Y MENTE
Antes de viajar a Tailandia, participó de torneos de alcance nacional precisamente en busca de su clasificación en el ranking hacia el Mundial. Se preparó en el polígono del Tiro Federal Argentino de Balcarce, también en Mar del Plata donde existe mayor infraestructura para esta disciplina en particular, a lo que agregó entrenamiento físico.
«Es una disciplina el tiro práctico que exige, no es que uno está parado y tira a un blanco. Es en movimiento y se dispara a diferentes blancos, corre el tiempo y hay que recargar, una escopeta es un arma de mucha potencia. Allá en Tailandia en varias etapas había que tirarse al piso, tirarse de rodillas, cruzar un puente, un sube y baja, arriba de un carro. Hay que prepararse física y mentalmente»
BUENA CONVIVENCIA
Sus días en Pattaya no los olvidará, por todo lo que conllevó el día a día, la convivencia y distintas situaciones que rodearon al Mundial de Escopeta.
Al respecto, Carlos Amunategui contó que «Fue un grupo humano muy lindo, había gente que ya había ido a otros mundiales. Y es un país totalmente distinto, una cultura muy diferente, había que hablar como se podía, con señas, desde alquilar las combis, ir a comer, al supermercado, todo era un desafío y algunos hablaban muy bien inglés y nos ayudamos entre todos. Lo difícil fue el ingreso de las armas, como nos miraba la gente en el ingreso al aeropuerto, con todas las valijas y los estuches de las armas, de más de 1.,30 metros. La gente abría los ojos y se corría. Pero salió todo muy lindo, pudimos ir y venir bien, no pasó nada, más que un compañero que fue descalificado el primer día».
SE NECESITA APOYO
«Es un deporte caro, exige armas que son importadas y munición. Eso hace que sea una actividad muy difícil de desarrollar, por las trabas que hay. Pero en realidad es un deporte que necesita de apoyo, de sponsor, de práctica, de que podamos desarrollar la actividad tranquilos, sin las trabas del ANMaC (Agencia Nacional de Materiales Controlados), las regulaciones con las armas. Nosotros somos deportistas, no usamos las armas para otra cosa que no sea deporte».