Hogar de Ancianos "La Merced" "Estamos atravesando un momento muy difícil"
La realidad no es fácil. No es de ahora, es verdad. Se asemeja a la que viven otras entidades cuya misión es servir a la comunidad. Pero a pesar de las dificultades económicas que existen, es la propia destinataria la que en forma permanente acerca su colaboración para que sigan adelante con la misión para la que fueron creadas.
En el caso puntual del Hogar de Ancianos "La Merced", cumple una función de profundo sentido humanitario. Es administrado desde 1936 por la Sociedad Damas de Beneficencia.
Cuando la ayuda oficial no existe o llega a cuentagotas, para generar los recursos que permitan su sostenimiento sus directivas apelan a diferentes acciones pero además reciben donaciones fruto de la solidaridad.
"Estamos atravesando un momento muy difícil. Pero más allá de eso, no tenemos más que palabras de agradecimiento para la comunidad en su conjunto porque su ayuda permanente es la que nos permite seguir adelante", afirmó Rosa Carboniari de Echeverría, presidenta de la Sociedad Damas de Beneficencia, quien además agradeció a los miembros de la Peña "Balcarce es de Boca" (ver aparte).
"No recibimos subsidio alguno"
En la actualidad, en el Hogar son atendidos 44 abuelos. Cuando Echeverría habla de una difícil realidad, se refiere al aspecto económico. "No recibimos subsidio alguno", admitió. Por eso se hace cuesta arriba mes a mes afrontar los compromisos. "No alcanza el dinero para pagar los sueldos de los 19 empleados y sus cargas sociales. Y este mes se complica más aún el tema porque se debe abonar el medio aguinaldo. Estamos con el personal justo para brindar el servicio. Incluso nos estaría haciendo falta una terapista o algún médico pero no es posible por el momento. Sí contamos con enfermeras", reveló.
Por su parte, la vicepresidenta Estela González de Catania, expresó que en materia de alimentos y otros insumos, se cubren las necesidades también por la solidaridad de los balcarceños, mientras que con relación a obras de mantenimiento del amplio edificio, "se hacen las indispensables".
Por último, ambas admitieron que "seguiremos en la lucha", al tiempo que le pidieron "al de arriba" que "no se canse y nos siga tirando una soga".