Se llevó a cabo la inauguración del monumento en honor a los "Héroes del Covid" en la plaza "Farías", ubicada en calle 28 esquina 33. El Club Rotario Balcarce Cerrito distinguió a todas aquellas personas que fueron esenciales durante la pandemia, destacando el alto grado de compromiso, responsabilidad y vocación de servicio en uno de los momentos más difíciles de nuestro país y el mundo, poniendo muchas veces en riesgo su salud para cuidar al prójimo.

El Club Rotario Balcarce Cerrito enterró, junto al monumento, una capsula del tiempo. Esa cápsula se va a abrir a los 20 años y se va a mostrar su contenido. Desde el club indicaron que se le pueden agregar más cosas, todos aquellos que quieran compartir su propia experiencia pueden contactarse con alguno de sus socios y el día que se abra nuevamente, las nuevas historias serán agregadas. “Luego de los 20 años, las mismas vivencias, junto con las que nos hagan llegar las personas, serán descubiertas dentro de 80 años más”, sostuvo el Club Rotario.

Guillermo Weingast, presidente del club, agradeció la compañía de todos los presentes en ese momento tan particular y recordó, mediante un sentido discurso, la labor y compromiso de las personas que tuvieron un rol importante durante la pandemia. “En diciembre de 2019, en una provincia China llamada Wuhan, se detectó una nueva enfermedad, ocasionada por un coronavirus. El 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud, declara que la enfermedad se ha convertido en una pandemia. Ya había casos en 100 países, los primeros enfermos fueron discriminados y acusados culpables como si fuera algún delito. En todo el mundo creció la xenofobia y el racismo ocasionado por derivaciones del problema sanitario. Era evidente que el sistema de salud no estaba preparado para una pandemia”, manifestó Weingast.

“En Balcarce se pidió ayuda a vecinos y empresas y se concretó en tiempo récord una nueva guardia del Hospital con 11 respiradores. El 20 de marzo se declaró la cuarentena en toda la Argentina, incluso en Balcarce a pesar de no contar con ningún caso. Todos permanecimos encerrados en nuestras casas pensando que sería por 15 días, a lo sumo un par de meses. Solamente se permitía abrir a los supermercados y farmacias con protocolo de cuidado que exigían el distanciamiento, el uso de mascarillas, se insistía con el lavado de manos y el uso de alcohol en gel. En los primeros días surgió el miedo a la escaséz y se hacían compras de pánico, algunas innecesarias, todo el mundo compró papel higiénico y nunca supo por qué”, agregó.

“La cuarentena duró casi un año, recién en junio se confirmó el primer caso en Balcarce, un hombre de 72 años, venido poco tiempo antes de Necochea. Hubo 100 personas aisladas, y se escucharon agresiones verbales contra la persona que infectó al pueblo. Más adelante se supo de colapsos sanitarios en Perú y varios países, se mostraban imágenes de enterramientos múltiples y gente esperando por una cama en un centro de salud. Los pueblos cortaron sus accesos con piquetes con la Policía, y los camiones eran guiados hasta salir del pueblo, no pudiendo detenerse en ningún lugar. Las estaciones de servicio despachaban combustible pero no alimento ni servicio sanitario. Los laboratorios médicos del todo el planeta trabajaban en la investigación y desarrollo de vacunas, que se veían como la única alternativa a una nueva normalidad”.

“Luego de muchos meses de confinamiento, se vio que las largas cuarentenas eran contraproducentes, poco a poco, mucha gente dejó de respetarlas. En el Club Rotario Balcarce Cerrito, sabemos que las personas olvidamos fácilmente y decidimos que ese aplauso que brindábamos, con una mezcla de admiración y temor, a los héroes que se jugaban la vida durante la pandemia, sea eterno”, concluyó Weingast.

El monumento a los “Héroes del Covid” incluye un mosaico realizado por la artista balcarceña, Analía Pelaia, y la rueda rotaria que representa al club, cuyos integrantes realizaron acciones en todo el mundo para resolver la problemática del COVID.