Santiago Mangoni con su Chevrolet Camaro fue uno de los principales animadores de la segunda fecha del campeonato de Turismo Carretera en El Calafate. Ganó su serie, tercero en la final, luchando por momentos por el liderazgo de la carrera con Juan Martín Trucco y Facundo Chapur, le permitió redondear un gran fin de semana para sumar buenos puntos y ubicarse séptimo en el campeonato, con interesantes expectativas para lo que viene de la temporada.  

Mangoni destacó todo lo hecho en el trazado sureño: «Volvimos al podio en el TC, algo que siempre es importante. Me deja conforme el funcionamiento del auto, estamos pasando por un buen momento, esperanzado en poder seguir manteniendo el nivel, algo difícil de lograr en el TC. Este año estoy bien acomodado, con un lindo grupo de trabajo que estamos formando y que lo fuimos fortaleciendo para ser nuevamente protagonistas».

PUNTO DEBIL

Señaló alguna cuestión a mejorar para mantener el protagonismo. «El punto débil contra los motores Cherokee del Torino y del Dodge es que al Chevrolet le falta aceleración. El auto iba muy bien. El motor anda bien, pero en aceleración saliendo de la horquilla donde me supera Chapur y en la salida a la recta hacían una gran diferencia y eso no me dejó pelearles de igual a igual».

A pesar de esta circunstancia expresó que «estuve bien cerca en toda la carrera, con chances por momentos de poder superarlos. Fue una carrera entretenida que me dejó conforme y que desde que tengo el Camaro fue mi mejor carrera en funcionamiento más allá del resultado. El año pasado en San Luis salí segundo por exclusiones, pero el auto no estaba como está ahora. Es esperanzador para lo que viene».

A LA EXPECTATIVA

La lucha entre Trucco y Chapur por la punta de la carrera lo ubicó a Mangoni con posibilidades para ir a buscar la victoria. «Cuando Chapur me supera fácilmente al final de la recta, automáticamente vi que se le fue rápido a Trucco. Me di cuenta de que como iban ellos la única posibilidad mía era que se rozaran, porque superar a los dos iba a ser muy difícil y esa era mi única oportunidad de ganar. En un momento se tocaron un poco en la chicana y por medio metro no me alcanzó para ponerle la trompa a Trucco, quedé enganchado detrás de él y me vuelve a superar Chapur. Era mi única alternativa porque si llegaba a quedar primero cuidando un poco la cuerda me podía defender para ganar. Necesitaba de un error o un roce de ellos para hacer la superación».

MUCHA PARIDAD

También Mangoni se refirió a la paridad existente hoy en la divisional. «Hoy el TC tiene casi 55 autos y en las dos primeras fechas la clasificación muestra una paridad tremenda. El haber hecho podio y ganar la serie siempre es positivo. Me quedé con un poco de bronca por algún error que cometí en Viedma, que no me permitió mostrar el potencial. Quizás en Viedma no era para salir en un podio, pero había un potencial para estar entre los 5 ó 6 primeros. Algún que otro error no me lo permitió. Me pude reivindicar y mostrar que el auto está bien, eso me da confianza. Formamos un grupo lindo dentro del equipo, donde hay 7 autos, entre el TC y el TC Pista. Tengo mi propio equipo, con mi ingeniero, con mis dos mecánicos y consultándole todo el tiempo a Ariel Lucesoli que es el técnico del equipo, también con el motorista que atiende mi motor y el de Canapino. Estoy terminando de ensamblar un buen conjunto que me permita seguir siendo protagonista».

EL MEJOR DEL EQUIPO Y DE LA MARCA

Mangoni con su Chevrolet fue el mejor del equipo y también el mejor auto de la marca en El Calafate. «Los últimos años los autos del equipo marcaron la referencia. Viene pasando mínimo desde el 2020/21. El JP en su momento fue el referente de la marca. Este fin de semana me tocó ser el mejor de la marca y del equipo. Un equipo que tiene 5 pilotos en el TC, conmigo incluido, todos con mucho talento, muy profesionales y el hecho de poder estar en un buen nivel, sin compararme con ellos, me pone contento y con ganas de seguir trabajando. Hay mucho por aprender, por seguir conociendo, estoy ante una buena posibilidad de poder tener un buen funcionamiento. La base está sólida, estoy bien con el grupo que me rodea y con ganas. El año pasado por diferentes circunstancias de la vida no estaba plenamente compenetrado, ahora estoy al ciento por ciento. No hay que creerse nada, porque vas a Neuquén, aparecés 25 y es otro mazazo. Si seguimos trabajando con esta tranquilidad y con los pies sobre la tierra podemos seguir siendo protagonistas».

EL ACCIDENTE

También dio su opinión sobre el fuerte accidente que tuvo como protagonistas a Augusto Carinelli y Gastón Mazzacane en el inicio de las actividades en pista. «No fue tan complejo como mi accidente en Olavarría porque desde el 2017 las medidas de seguridad son otras en los autos, sumado a que fue unos 35 ó 40 kilómetros más despacio que lo que me pasó a mí. Además, fue costado con costado. El golpe duro fue cañonera con cañonera y eso te mueve el cerebro. A Mazzacane lo vi el mismo sábado, estaba bien, por momentos se sintió mareado. A Carinelli no lo alcancé a ver. Uno se piensa que está bien y no pasa nada, pero los golpes duelen y mucho. Estaba dolorido, pero bien. Ves los daños materiales y te querés morir, pero lo importante es que no se lastimaron. Es un poco de todo, en todos los accidentes hay muchas cosas para analizar. Dios es fierrero porque fue un golpe que medio metro más adelante y con el auto en otra posición se estaría hablando de otra cosa. Por suerte no pasó a mayores».