Las lluvias trajeron alivio en la región
Las últimas precipitaciones resultaron fundamentales en el Sudeste de la provincia de Buenos Aires para apuntalar el desarrollo de los cultivos de cebada y trigo, y de esa manera ponerle un freno a la disminución de los rendimientos, precisamente por la falta de humedad en los perfiles del suelo. Pero también fueron un excelente aporte para la campaña gruesa, que retomó su ritmo en las últimas jornadas.
El primer alivio había llegado hace siete días, exactamente, con un primer golpe de agua durante la madrugada que cortó la ola de calor y les dio un respiro a los cultivos de fina. Horas después se sumó una segunda precipitación que permitió acumular registros cercanos a los 70 milímetros o más.
Santiago Scioli, ingeniero agrónomo (MP 836), productor, contratista y asesor de las firmas Domingo y Néstor Scioli S.A. y El Enkel del Sudeste S.R.L., consultado por El Diario, expresó que lo ocurrido, además de ser una gran noticia, resultó «muy favorable para el campo. Dichas lluvias fueron en general de entre 70 y 90 milímetros, y ayudaron mucho al desarrollo de los cultivos».
El profesional consideró que se venía atravesando un período de escasez de lluvias en un momento primordial del ciclo de desarrollo de la cebada y el trigo. «Ambos cultivos venían padeciendo la ausencia de humedad en los perfiles del suelo. Se sabe que la media anual de precipitaciones en el Sudeste bonaerense es de 900 milímetros y al comienzo de este mes el acumulado rondaba solo 430 milímetros, lo que habla a las claras del panorama que se estaba atravesando. Había un desarrollo prematuro de los cultivos de fina que, más allá de estas últimas lluvias, impactará en los rendimientos», describió.
Pero la llegada de las deseadas precipitaciones le puso freno a ese avance acelerado del cultivo. «Sin dudas -acotó- que el agua fue favorable para que el cultivo no continúe con la senescencia prematura del área foliar y desarrolle las últimas etapas de su ciclo en forma no tan acelerada, logrando así un resultado final medianamente satisfactorio. Hoy el trigo y la cebada están atravesando las etapas de floración e inició de llenado de granos que son críticas para definición
del rendimiento».
ALENTADOR PANORAMA PARA LA GRUESA
Para la campaña gruesa, el panorama es más que alentador. Sostuvo Scioli que, al recuperarse la humedad en los suelos, «se pudo continuar con el avance de la siembra y aguardar que la emergencia sea uniforme en estos cultivos. La implantación de los cultivos de grano grueso, principalmente, girasol, maíz y soja, ya había comenzado, pero por la sequía existente quedamos obligados a parar a la espera de precipitaciones, las que afortunadamente llegaron, y pudimos retomar con las tareas. Esperemos que el clima nos acompañe, que no falte agua y que los rendimientos sean los esperados para el productor, que en la gruesa estamos a tiempo».
Por último, el agua fue muy bienvenida para apuntalar la oferta forrajera.