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Una nube tóxica sorprendió en la mañana de ayer a un vecino cuando acudió al depósito donde se procesa el hipoclorito de sodio, un compuesto químico que contiene cloro en estado de oxidación y que suele usarse para la desinfección, por ejemplo, de piletas o también para potabilizar el agua y para limpieza, entre otros fines.

Fue minutos antes de las 8 cuando César Pascual, propietario del forraje "30 de Agosto", se encontró con la novedad por lo que informó sobre el hecho a los bomberos voluntarios.

De inmediato, el jefe del cuerpo activo, oficial auxiliar Ariel Cavuoti, puso en marcha el protocolo para este tipo de situaciones.

PROTOCOLO EN ACCION

Cuatro unidades, entre ellas una ambulancia, acudieron rápidamente a avenida San Martín entre 105 y avenida Italia (107).

Frente al depósito, sobre un sector de la plazoleta, se armó el comando desde donde se impartieron las directivas y además se dispuso del equipamiento necesario para que actuaran los bomberos.

En este caso, y siguiendo las instrucciones, fueron ingresando por parejas al depósito en el cual se había registrado el derrame de la sustancia tóxica durante toda la noche.

Según se explicó, uno de los recipientes plásticos en los cuales se almacenaban unos 500 litros de hipoclorito de sodio sufrió una avería por lo que el líquido comenzó a derramarse dentro del local donde se procesaría luego dicho producto.

"Al tomar contacto con el aire produce una nube tóxica", explicó el jefe del cuerpo activo de Bomberos Voluntarios.

En el interior de un gacebo armado sobre la plazoleta se dispusieron ordenadamente cada uno de los elementos necesarios para la intervención: equipos autónomos, trajes especiales, máscaras y guantes.

Los bomberos elegidos para controlar el derrame y recuperar el líquido esparcido para ser guardado en otros recipientes se colocaron los elementos de protección siguiendo rigurosas normas de seguridad para evitar el contacto con el compuesto químico que causa intoxicación e irritación en las vías respiratorias, entre otros inconvenientes para la salud humana.

Los bomberos fueron ingresando, trabajando dentro del depósito por espacio de no más de treinta minutos.

"Una vez que el derrame estuvo controlado, se pasó a la siguiente fase que fue el recuperar la sustancia tóxica que se encontraba en el recipiente dañado y guardarlo en otros que estaban sanos para evitar que continúe la nube tóxica", añadió el oficial auxiliar Cavuoti.

En las inmediaciones del local donde ocurrió el derrame, por cuestiones de seguridad los agentes de Tránsito dispusieron la interrupción durante unas tres horas del desplazamiento vehicular por ese sector de ingreso a la ciudad. Asimismo, personal de Redes de la Cooperativa de Electricidad "General Balcarce" Limitada efectuó el corte del suministro energético.

EXTENUANTE LABOR

Fueron ocho los bomberos que tuvieron la nada sencilla misión de solucionar el inconveniente registrado trabajando en el mismo sitio del derrame.

La alta temperatura reinante y el esfuerzo para desarrollar su labor con el equipamiento mencionado anteriormente constituyeron un esfuerzo importante que puso a prueba, más allá del conocimiento adquirido, la resistencia física.

Apenas concluida su labor, el bombero voluntario y médico Gonzalo Castrillo era el responsable de efectuarles un chequeo de la presión arterial y el pulso, por ejemplo.

"Todos los medios que la institución tiene para actuar en este tipo de emergencias se utilizaron, poniendo especial atención en la seguridad del bombero. Una vez que se recuperó la sustancia tóxica y quedó a resguardo, se efectuó un trabajo de descontaminación del depósito teniendo en cuenta que dicho líquido se diluye en agua", explicó Cavuoti a El Diario.

Las dotaciones que comenzaron con su trabajo a las 8, retornaron al cuartel de calle 2 minutos antes de las 11, se informó.