La comunidad se sumó a la Fiesta del Automovilismo como hace mucho tiempo no ocurría.

El corazón de la ciudad latió al ritmo de un evento cargado de variados condimentos y cada uno de ellos permitió reavivar un espíritu festivo.

La elección de la plaza Libertad como epicentro del evento, algo que recibió muchas críticas y cuestionamientos aún dentro de las altas esferas del Ejecutivo, resultó ser un acierto.

Desde el viernes, y -obviamente- durante el fin de semana la cantidad de gente que se acercó para disfrutar de todas y cada una de las propuestas fue numerosa. Colmaron la rotonda en cada show, aplaudiendo tanto la presentación de los artistas de renombre nacional como de los locales.

Las exhibiciones de autos acapararon la atención de los amantes de los fierros mientras los chicos tuvieron también su espacio para manejar y aprender las reglas de tránsito.

Los espacios gastro-nómicos se vieron desbordados por la gente que tuvo que hacer interminables colas para poder acceder a alguna de las tentadoras ofertas tanto comestibles como bebibles.

También se vieron sobrepasadas las pizzerías, cervecerías restaurantes, bares y confiterías de los alrededores, con mucha gente agolpada esperando una mesa disponible.

Desde los stands se vieron rostros sonrientes ante lo fructífera que resultaron las ventas.

Incluso fue significativamente mayor la presencia de visitantes que llegaron, según datos recogidos desde Turismo, pura y exclusivamente tentados por la Fiesta.

El tiempo, claro está, jugó un rol fundamental para que el resultado fuese exitoso. Las jornadas propicias para estar al aire libre brindaron un plus especial al evento.

Incluso los temores por desmanes que podrían llegar a registrarse se disiparon ante el respeto de la gente y el efectivo control que ejercieron en forma permanente los encargados de seguridad.

¿Hubo suciedad? Sí, y mucha, pero en cada mañana, muy temprano ya el personal responsable se ocupó de "poner la casa en orden" como corresponde.

Con el correr de los días surgirán tanto elogios como críticas. Son parte del hacer.

Quizás lo más importante y rescatable se centre en el apoyo que hubo de parte del público que con su presencia dio el "aprobado" a la fiesta, una fiesta en la que (no por voluntad de Balcarce) sigue faltando el principal invitado, el automovilismo.

Nahuel Pennisi:

"La música me sigue regalando cosas espectaculares"

Su paso por el escenario de la Fiesta del Automovilismo fue uno de los que más aplausos cosechó.

Nahuel Pennisi se "ganó" al público balcarceño con un show impecable en el que recorrió un variado repertorio transitando desde lo melódico a las zambas, cuecas y chacareras.

No solo sus dotes artísticas sino también su humildad y sencillez se pusieron de manifiesto en cada tema y los breves contactos que tuvo con la gente.

Tras la presentación recibió a la prensa, señalando su agradecimiento al público.

"El mejor premio es que la gente se "cope" con el show de un artista como pasó hoy. Estoy muy agradecido. Esta es la primera vez que estoy en Balcarce, lo disfruté mucho, espero que sea la primera de muchas visitas", comentó añadiendo el placer que le suscita presentarse ante el público del interior como lo viene haciendo, especialmente durante este verano

"Estoy contento que nuestro folclore tenga tanta relevancia en lugares como estos; en plazas que son los ámbitos de los pueblos, de la gente y que en estos lugares podamos hacer nuestra propia música", apuntó.

Sobre lo variado de su repertorio manifestó que "la idea es divertirnos. Yo me divierto con la música y como digo siempre me gusta jugar con los instrumentos, lo hacía de chico y lo sigo haciendo hoy, pero con el compromiso y responsabilidad que merece la gente. La música me da la posibilidad de hacer lo que me gusta y si a la gente le gusta mucho mejor".

A la vez añadió que dentro de los ritmos, el folclore es con el que más se siente identificado "ya que lo mamé desde chico escuchando radio" pero se considera "fan" de la música en general, con ciertas preferencias por el rock, la música venezolana y la trova,

Al definir lo que significa para él la música dijo: "La música es todo. La música, lo que hace es ayudarnos, acompañarnos y hacernos crecer como artistas y como personas. Es una emoción permanente, una necesidad y sobre todo una compañera de todos los días, de toda la vida que hace las cosas más fáciles y nos permite desahogarnos todo el tiempo porque cuando uno hace música desde adentro, vive con las emociones al día y eso creo que es impagable. La música me sigue regalando cosas espectaculares, lo vivo con mucho respeto y compromiso para seguir aprendiendo constantemente".

El gran trampolín de su carrera artística fue, según sostiene, Gerardo Rozín quien desde La Peña de Morfi lo catapultó al estrellato.

"Gerardo es un genio, tanto que todavía no se cansó de mí" dice entre risas, agregando: "La peña es un espacio muy importante donde un montón de artistas encontraron un lugar, una libertad musical y yo fui uno de ellos".

Claro que reconoce también que jamás imaginó que el éxito fuese tan rápido como se dio. Lo que pasa es que todo se fue dando con mucho impulso, nunca esperé nada de lo que ha pasado. Todavía tengo muy presente cuando tocaba en la peatonal de Florida (CABA) y con ese mismo corazón hoy estoy tocando acá».

Nahuel responde con una sonrisa a todos los que se acercan para poder sacarse una foto junto a él. No deja de conversar con quien le dice o le pregunta algo. Es tan simple y transparente como sus canciones. Un verdadero ejemplo de vida, a punto tal que se ríe de su ceguera. Sus allegados comentaron que al llegar a Balcarce se quejó porque no lo habían tenido en cuenta dentro del jurado para la elección de la soberana…