Apenas iniciada la sesión se realizó un minuto de silencio en memoria de Juan José Troya en el Concejo Deliberante

Cada uno, a su turno, tuvo conceptos elogiosos sobre la figura de Juan José Troya, quien desde el retorno a la democracia se desempeñó como secretario del Concejo Deliberante. Por tratarse de un cargo político, se iba renovando por períodos de dos años.

Independientemente del gobierno municipal de turno, Troya, excepto en una votación inicial, luego fue confirmado en la función por el voto unánime de los entonces integrantes de cada legislativo por sus cualidades humanas, conocimiento y valores.

Su deceso causó profundo dolor, especialmente en aquellos que compartían a diario el trabajo con él en el deliberativo.

Bianchini: "Fue un hombre de la democracia"

En el inicio, anteanoche, de la primera sesión ordinaria, durante unos quince minutos concejales de los distintos bloques hicieron una reflexión cargada de sentimientos que en algunos casos hasta dejó escapar algunas lágrimas.

El primero en referirse a "Juanjo", como cariñosamente lo llamaban, fue el presidente del Concejo, Gustavo Bianchini. Visiblemente conmovido, dijo que "él fue un hombre de la democracia. Siempre firme en el mismo lugar lo cual habla a las claras de lo que fue su desempeño. La democracia le debe mucho a él. Era un hombre de bien, asesorando y colaborando con los ediles. A veces mostraba su enojo pero siempre dentro de un marco de respeto hacia todos. Uno se sentía respaldado en la figura de Troya por su capacidad".

Cassini: "Era un libro abierto"

Por su parte, Agustín Cassini adhirió a los conceptos de Bianchini destacando que "por algo 'Juanjo' fue reelecto como secretario en 18 oportunidades. Era un hombre honorable, de consulta permanente. Era un libro abierto", expresó.

Di Gerónimo: "Fue un gran docente"

Muy emocionada al evocarlo se la vio a Sol Di Gerónimo. Compartió su tarea primero desempeñándose como secretaria de bloque, desde 2007, y luego como concejal. "Fue un gran docente, quería que cada uno de nosotros mejorara en su desempeño. Estaba al servicio de nosotros. Era nuestro punto de apoyo. Hay que reconocer que lo hacíamos enojar pero siempre, reitero, estaba al servicio de nosotros. Era un hombre comprometido y dejó todo acá adentro. Estoy triste por no poder haberle hecho un reconocimiento en vida por todo lo que hizo", subrayó antes de soltar algunas lágrimas.

Vismara: "Era un digesto viviente"

También resaltó sus cualidades el edil Juan Pablo Vismara. Consideró que Troya "era un digesto viviente, una persona irremplazable. Medido, consen-suador y de un legado intachable. Será recordado por todos. Ojalá podamos nosotros transmitir algo de su ejemplo".

Pérez: "Vivía pensando en superarse"

El concejal José Luis Pérez recordó que el exintendente Víctor Báez, luego de asumir en 1987, le confesó que recibió presiones internas del justicialismo para reemplazar a Troya en ese cargo. "Báez nos consultó a (Norberto) Pilone y a mí, quienes éramos concejales, porque quería que continuara Troya desempeñando esa labor. No dudamos un instante en respaldarlo. La ecuanimidad y la objetividad que demostraba hicieron que no tuviéramos dudas en que debía seguir siendo el secretario en el Concejo. Fue el bastón de cada Intendente. En mi caso, estando al frente del Ejecutivo, recurrí muchas veces a él porque conocía y mucho de política legislativa. Vivía pensando en superarse, era autoexigente, comprometido, prolijo, trabajaba con rigor académico y se tomaba su tiempo para responder. Sabíamos que no era de pensamiento peronista pero nunca pudimos averiguar qué color político le gustaba. Se comportó en cada período de la misma manera. Es un valor agregado que tenía que vale la pena destacar en los tiempos que corren, donde se profundiza la grieta".

Pinilla: "Hay que recordarlo con alegría"

Por último, el edil Sebastián Pinilla dijo que a Troya "hay que recordarlo con alegría. Y uno, como muchos otros, tiene la satisfacción de haber podido disfrutar de él, lo cual contribuyó a ser cada día un poquito mejor en esta función".