El intento de robo se registró en las últimas horas de la noche del domingo en la casa quinta de calle 107 y 50 de la familia Molina .

Según se conoció, todo comenzó cuando Olivio Molina salió al patio a darles de comer a las gallinas, momento en que fue sorprendido por dos jóvenes desconocidos que a golpes trataron de hacerlo ingresar a la vivienda.

Las hijas de Molina advirtieron lo que estaba sucediendo y una de ellas se trabó en lucha con uno de los delincuentes logrando impedir con un palo el paso hacia el interior de la casa mientras a los gritos le indicaba a su hermana que llamara a la Policía.

Esta situación, impensada para los malvivientes, hizo que dispusieran abandonar su intento y optaran por darse a la fuga.

Alertados de lo sucedido, minutos después se hicieron presentes en el lugar efectivos policiales, quienes realizaron una rápida recorrida por la zona sin poder localizar a los sujetos.

Tras lo sucedido, Elizabeth Molina en su cuenta de Facebook escribió: "Todavía no entiendo como saqué el valor para enfrentar a un ladrón y echarlo de casa, pensé en mi hermana porque si la violaban nunca me lo perdonaría. Así que saqué el "Rambo" de adentro y echamos a los ladrones. Espero jamás pasar por esto otra vez, pero si vienen los esperaré armada hasta los dientes. Esto jamás nos pasó y no quiero que me pase otra vez de sorpresa. La próxima los sacan en una bolsa negra y si muero me los llevo también"

MALESTAR

Por otra parte, Elizabeth manifestó su malestar por la "burocracia policial" señalando que en vez de brindarle la asistencia que estaba requiriendo y allanarle el camino ante el mal momento que atravesaba, tuvo que padecer la indefinición de la jurisdicción, debatiéndose entre la competencia de Patrulla Rural o Policía Comunal en el hecho.

Señaló también que en las primeras horas de la mañana debió concurrir al Hospital con su padre, dolorido por los golpes recibidos, debiendo esperar largo tiempo hasta que "apareciera" un facultativo para atenderlo

Extraña señal

Elizabeth recordó que días atrás, al llegar a su casa vio que frente a la tranquera había cuatro piedras, dos grandes y dos más chicas obstruyendo el paso.

El hecho llamó la atención ya que aparentaba tratarse de un "aviso", indicando que en la casa viven cuatro personas, dos mayores y dos menores. Lo sucedido el domingo confirmaría que se trataba de una señal, por lo que alerta a la comunidad a prestar atención ante este tipo de "mensajes".