Ferroviarios, de un tiempo a estar parte, está inmerso en una nube de positivismo que viene reflejando casi todos los fines de semana, producto de la levantada futbolística que le ha posibilitado contar con un colchón de puntos que ya lo sitúan en el cuarto puesto.

Esta vez tuvo un duro escollo, como lo significó FC Agrarias, que viene cumpliendo una campaña con altibajos que lo posicionan a mitad de tabla, casi a punto de concluir la primera mitad del torneo.

Dicha propuesta tuvo cumplimiento en la tarde del domingo, en el Estadio Municipal “General Balcarce”, con el arbitraje de Pablo Gajardo.

CUATRO GOLES

De entrada pegó Ferroviarios y su rival sintió el cimbronazo. Primero a los 4 minutos por intermedio de Fernando Telechea y luego a los 8’ convirtiendo por intermedio de Ignacio Altamirano, para obtener una diferencia que da lugar a dos realidades: despertar la rápida reacción de quien se encuentra perdiendo o bien presagiar una goleada a favor de quien atraviesa el modo ganador.

Ocurrió la primera de las posibilidades, ya que los de la Facultad asimilaron el golpe y fueron en busca del arco rival, queriendo demostrarse a sí mismos que podían y que, por otra parte, era lo que les quedaba por hacer.

Así llegaron al descuento con gol de Alejandro Germino y luego al empate vía Lucas Sadobe, quien convirtió desde el punto penal. Pero lamentablemente para sus aspiraciones, no transcurrió demasiado tiempo desde la igualdad hasta que llegó la tarjeta roja para Mariano Giménez.

SOBRE LA HORA

En el segundo tiempo y pese a contar con un hombre de menos, FC Agrarias impuso sus condiciones y dio batalla al ascendente Ferroviarios, disfrutando ambos equipos con ocasiones de aumentar cifras.

Así fueron y vinieron hasta llegar prácticamente al final del partido, donde quedaba una jugada que marcaría el resultado definitivo.

Gallegos quedó mano a mano con el arquero y definió de forma deficiente. Salió la contra para los de la "Estación" y en rápidos movimientos la pelota fue hacia Telechea y de allí a la red, para celebrar sobre un agónico triunfo que coloca al vencedor en el lote de los cuatro principales del certamen.